Advertencias: yoonseok como pareja principal, cositas lindas y fluff.
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Hoseok enterró sus uñas en la espalda de Yoongi, arrancándole un gruñido bajo. Sin embargo, ignoró su queja, en especial cuando sintió la forma en que entraba en él.
—Alfa, oh...
Yoongi volvió a gruñir, sin dejar de mover sus caderas contra el cuerpo de Hoseok y viendo las expresiones de su rostro: las mejillas coloradas, su piel arrebolada, los ojos brillantes por las lágrimas y sus labios hinchados debido a los besos. Traía encima una expresión risueña, ida por el placer del anterior orgasmo y el que se estaba construyendo ahora.
Volviendo a gruñir, giró en la cama y dejó a Hoseok sobre él, sin salirse de su culo. Hoseok empezó a menear el culo, saltando ligeramente para así llegar al orgasmo, y Yoongi se enderezó, agarrándolo de las caderas.
—Yoon, Yoon...
El alfa sacó su lengua y lamió el pezón derecho de Hoseok, arrancándole un fuerte gemido por el placer. El omega siguió moviéndose, con la polla de Yoongi empalada en su agujero, y abrazó al alfa por el cuello. Yoongi ahora cerró sus labios alrededor del pezón, mordisqueando ligeramente, antes de comenzar a mamar.
Hoseok, como omega madre, todavía no dejaba de darle leche a Jungkook, aunque ya en mucho menor medida que antes. Por eso mismo, Yoongi sintió el sabor de la leche dulce en su boca, lo que le puso más duro de lo que ya estaba, además de que Hoseok lubricó más. Mucho más.
—Dios, Alfa, por favor...
Chupó un poco más y le dio un azote en una de sus nalgas. Hoseok tembló en su regazo, gimiendo con suavidad, y se corrió entre ellos, ensuciando su vientre. El ano del omega se apretó alrededor de su polla, y Yoongi anudó ahí, soltándolo y dejándose caer en la cama.
—Eres un monstruo —jadeó Hoseok, recostándose contra el pecho del mayor—, igual de caprichoso que Kookoo...
—Probar tu leche fue el mejor descubrimiento de mi vida —murmuró Yoongi, con la respiración acelerada.
—Fetichista.
Yoongi se rió suavemente, acariciándole los cabellos a Hoseok. Su celo había acabado durante la noche, pero eso no impidió que volvieran a follar en las siguientes horas. Y ahora, al despertar, no pudieron evitarlo y volvieron a hacerlo, insaciables y apasionados por estar juntos.
Acarició ahora la piel del omega, específicamente en su cuello, sobre su marca. Sobre la marca que le hizo.
Hoseok se enderezó un poco, observándole.
—Debería llamar a Taehyung para que traiga a Jungkook —le dijo, luciendo un poco preocupado—. Ayer me dijo que se ha estado comportando muy mal.
—No —se quejó Yoongi, y Hoseok le dio un pequeño golpe en el hombro—, ese horrible bebé nos quitará tiempo.