Advertencias: yoonseok como pareja principal, cositas lindas y fluff.
¡recuerden comentar y votar!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los primeros días, después de la visita que le hicieron a Joohyun, Hoseok estuvo muy bajoneado y deprimido. Yoongi notó enseguida su cambio de humor, no sólo por el enlace que ellos compartían, sino también porque era evidente: no bromeó demasiado, dormía más de lo normal y se la pasaba abrazando a Jungkook cada vez que podía, como si temiera que fuera a desaparecer de un día para otro.
Yoongi lo entendía por completo, ¿cómo iba a juzgarlo? Él sabía que Jungkook era su vida entera. Sin embargo, no quería que ese miedo lo consumiera y acabara con su novio, no podía permitirlo.
—¿Cómo? —preguntó Hoseok al oírlo, un poco aturdido—. ¿Quieres que me mude contigo, ahora?
—Claro, ¿no lo teníamos pensado? —dijo Yoongi, agarrándole la mano y dándole un beso en los nudillos—. ¿O te olvidaste de eso?
—¡No, por supuesto que no! —tartamudeó, pero el alfa sabía que, en ese momento, eso debía ser lo último que pasaba por su mente—. ¿Estás seguro, Gigi?
Yoongi sólo sonrió, asegurándole con eso que él estaba más que feliz con recibirlo en su casa. Los labios de Hoseok temblaron, viéndose demasiado afectado por su propuesta, y se abrazaron unos segundos.
—Gracias, Yoonie —susurró el omega.
—¿Cómo que "gracias"? —bromeó el mayor—. Esto te lo cobraré en la cama.
Hoseok ahora soltó unas carcajadas al escucharlo, teniendo bastante claro que era una simple broma. Yoongi jamás le presionaba para tener sexo, era muy preocupado por él, y entendía por completo que no tuviera muchas ganas, como en esos días.
—Papa —barboteó Jungkook, llamando la atención de ambos, que caminaba hacia ellos con un autito en la mano—. ¡Toto! —gritó, levantando el juguete—. ¡Brum, brum!
Yoongi lo tomó en brazos, haciendo que el niño gritara por la emoción. Nada parecía gustarle más que ser acurrucado contra el alfa.
—¿Mmm? ¿Quieres que juegue contigo, Koo?
—¡Sí! —gritó Jungkook—. ¡Brum, bruuuuuuuuum! —añadió, como si eso fuera suficiente para hacerse entender.
El omega lo vio ponerse de pie, sonriendo con suavidad ante la escena: le gustaba mucho eso, ver a Yoongi interactuando con el cachorrito como todo un padre. A Hoseok todavía le costaba creer un poco en lo que observaba, en el hecho de que su alfa reconociera al cachorro como suyo. Cuando tuvo al bebé, Hoseok se había medio resignado ante el hecho de estar soltero gran parte de su vida, después de todo, ¿qué alfa querría como un hijo al niño ajeno?
Tal vez fue esa escena, el ver a Yoongi arrodillado, usando los juguetes de Jungkook para interactuar con él, metiéndose en su papel de conductor de autitos, lo que lo convenció totalmente de irse a vivir con él. Sí, ¿qué estaba esperando? Ni siquiera tenía que pensarlo, porque se dio cuenta en ese momento que quería estar toda su vida con Yoongi.