Rosas. [MuiTan/TanMui] TERMINADA

El pastelito

[Tanjiro]
[13/09/21]

En realidad me 'deprimí' un poco luego de que se fue, pero lo pensé desde su perspectiva. "Tal vez es desconfiado, o tal vez estaba nervioso, tal vez tenía ganas de ir a casa". Intenté pensarlo como algo no-personal contra mi. Lo cuál es raro, porque a mucha gente no le agrado tanto, pero en realidad no me importó esa gente. ¿Por qué ahora estaría yo preocupado por algo tan sutil? Nuestra conversación duró máximo 2 minutos. Pensé en no hablarle otra vez, o esperar que me hable primero.

¿Cómo podría hacer algo así? ¿Si no puedo resistirme a sus ojos? ¿Si es el único que me ha hecho sentir que quiero escuchar su voz por siempre? ¿Cómo podría ignorarlo?

Entonces, pensé mucho en llamar su atención.

- "Tal vez salir con ropa más... ¿bonita? ¿atrayente?"
"No... él no parece fijarse en esas cosas."
- "Podría probar ser muy ruidoso, así me volteara a ver."
"¡No! Se molestará, no querría pasar cerca mí de nuevo."
- "Y si, umm... Le hablo en cartas?"
"¡Que cursileria cliché! ¡No! Además, pensará que es una estafa o algo por ese estilo."

Tenía un debate contra mi mismo mientras caminaba por la carretera, yendo con Nezuko al parquecito.

Cuando lo vi. 'Precioso.'

Era tarde, estaba apenas a unos minutos de anochecer, tenía esos ojos cansados que lo caracterizan, y una cajita pequeñita, sosteniendola con las dos manos, alcancé a notar unos leves temblores en sus manos.

Casi automáticamente, lo saludé. Estaba cerca de arrepentirme antes de ver cómo se moldeaba una preciosa sonrisa, pequeñita y tenue, mientras me ofrecía esa cajita, y yo noté el enorme esfuerzo que le dedicó al no temblar.

Era tan tierno, tan delicado.

Estaba apunto de acercarme cuando lo vi dudar con sus pies. Sus piernas dudaban si caminar hacia mí o seguir esperando. Y claro, cuando menos se dio cuenta, ya estaba frente a mí.

- "Tanjiro, te hice un, um, un pastel." dijo él mientras movía la cajita en sus manos levemente.
- "Oh, gracias" lo agarré con una cara de confusión, abrí la cajita y ese asombroso olor infestó mi nariz. Dije un par de halagos, al ver que cabía completo en mi mano, le di un solo bocado, tan rápido ya había desaparecido.

Luego, confesó su dificultad para conversar, y me pidió ayuda para eso. Se le notó bastante en la voz que en realidad quería pasar tiempo conmigo.

Y bueno, no me opuse a esa idea. Es más, ya estaba pensando en una excusa para pasar tiempo con él. Fue tan dulce, noté tan veloz cómo la luz de la luna lo malo que era para disimular.

'Oh... ¿Qué será de mí si no puedo parar de pensar en su terneza? ¿Qué pasará conmigo?'

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