Es un mito aceptado por la sociedad desde que se encontró en la ciencia y que parte de la idea es que una persona completamente diferente, al conocer a otra persona que es lo opuesto a ella, siente una fuerte atracción. Mayormente, esto es usado en...
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No tenía mucho que había llegado a salvo a su casa, por fin poder descansar del agotado entrenamiento que tuvieron hoy. Ese pensamiento le gustaba más al de que tenía ahora, le debía las gracias a Hinata de haberlo metido en esto.
— Mierda — susurro para el mismo, el sudor frío recorría todo su cuerpo y no era lo mínimo
A quien le gustaría recibir una mala noticia, sudado y agotado.
Todo comenzó con el tono de haber recibido un mensaje de WhatsApp al estar yendo hacia su casa al terminar las agotadoras pero fascinantes prácticas. Suponía que sería alguien de sus superiores, ya que, Yamaguchi estaba a lado de él. Esperaba que no fuera otra vez preguntando sobre la chamarra que tenía con él hace días. Vaya sorpresa se llevó al recibir un mensaje de Bokuto.
«Lo saben»
«¿Quiénes saben?, ¿Qué cosa saben?»
«De su cambio de chamarras, sus amores lo saben, lo descubrimos hoy»
«Es imposible»
«Fue posible, hasta que se calmen las agua les diremos como obtuvimos esta información de FBI»
«Una cosa más, tengan cuidado, cuando fuimos a las búho aventuras casi no salimos con vida. Fue como si nos estuvieran persiguiendo diferentes especies de animales»
«Como diría Lady Gaga, pero en plural These guys are monsters»
«¡Genial!, si lo escribí bien»
«Gracias Duolingo»
Ese fue el último mensaje que recibió del búho gris y por ende lo llevo a la situación que tenía ahora en su casa, donde apresuradamente se bañaría, se vestiría, le mandaría un mensaje a Iwaizumi y se iría a la casa de este para poder hablar del problema que estaban metidos. No era algo bueno que ya estuvieran avisados sobre sus acciones, era demasiado pronto para que aquellos ojos con rasgos gatunos lo observara como una presa que estaba dispuesta a atrapar antes que otros lo hicieran.
— Tengo que dejar de pensar en que él está celoso por la chamarra, solo tendrá curiosidad de saber del rumor que pronto se va a expandir, pero no está de más en decirles a los otros este giro de acontecimientos — Hablo a la nada, lo bueno que nadie estaba cerca de él, porque lo verían como si le faltara un tornillo
Sin seguir perdiendo tiempo, se apresuró a realizar lo que tenía planeado antes de poder irse a la casa de Iwaizumi.
Pobre cuervo... No sabrá hasta más adelante lo que en verdad vieron la pareja de búhos.
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Tenía ya días sobre el acontecimiento de la chamarra, fue sofocante las miradas que le daban al mirarlo, era como si lo aborrecieran de una manera atroz. No quería esa clase de atención, se sentía como cuando era un niño. Trataba con todas sus fuerzas ignorar esas miradas, cada día antes de salir de su habitación se mentalizaba que era un monstruo y que él no debía de tener miedo.
Al contrario, él tenía que dar miedo, sin embargo, había veces donde su mente era la principal antagonista de su vida, donde le ponía aprueba el dichoso dicho "Donde hubo fuego, cenizas quedan". Él solo quería paz por el momento o al menos tener a alguien que lo refugiara en sus brazos mientras que le susurraba en el oído que él era especial a su manera.
Sabía de antemano que sus compañeros de equipo lo ayudarían en lo que necesite y el principal sería Ushijima en darle atención, pero él no quería sentir la lástima de ellos ni mucho menos de su amor imposible. Él les había demostrado que era el Guess Monster en estos tres años, no va a dejar que el mismo se arruine su reputación. Paso su día con normalidad, sin sospecha alguna y cuando cayó la noche, atento a que los pasillos del internado estuvieran vacíos, escapo.
Mientras que caminaba por las solitarias calles de la ciudad sin punto fijo, no notaba que una cabellera negra lo seguía desde lo lejos, ni lo tomaría en cuenta, ya que, estaba divagando en sus pensamientos, tratando de tomar control otra vez y así no volver a mostrar tal debilidad.
Pasaban los minutos y la cabellera negra se comenzó a enojar por la falta de atención que tenía el pelirrojo hacia su alrededor, sin aguantar más jalo del brazo al otro para llamar su atención.
— Satori — Acerco más su rostro con el de Tendou
— ¿Eh? — Dijo desconcertado
— Soy yo, Iwaizumi — Respondió a lo obvio sin alejarse del otro
— ¿Iwa?, ¿Qué haces aquí?—
— Iba de camino a la tienda, pero te vi, ahora mi pregunta es ¿Qué demonios haces tú aquí? —
— Se me olvido la cartulina de mañana —
— Te creería si no fuera porque tu escuela es un internado —
Agacho la cabeza como animalito regañado, ya no tenía una excusa estructurada que le pudiera decir, era más fácil que Iwaizumi levantara más sospechosas sobre él, creía que era momento de ser sincero y explicarle su motivo de su caminata nocturna. Armándose de valor volvió a levantar la cabeza y cuando estaba a punto de decir una palabra, unos brazos morenos lo acercaron para darle un fuerte abrazo.
— Tu belleza nunca me asusto Satori —
No necesito dar explicaciones Tendou, ya que, sus ojos le dijeron el tormento a Iwaizumi.
