Como conquistar a un "emo vengador" (NaruSasu)

Capítulo 6: Cena de O

Lo intentaría una vez más. ¿Qué sabía el destino si esta vez podía ser su oportunidad?

Estaba decidido a citarlo y decirle que, por si no sabía, era él quien estaba detrás de cada presente que le había llegado ¿Y qué mejor que hacerlo con una cena?

Ya había conseguido cada ingrediente y había preparado la comida que sabía que a Sasuke le gustaba. Onigiris y Okaka acompañados con ensalada de tomates.

Buscó una cesta para poder colocar todo sin que nada se eche a perder. Tomó la nota que había escrito previamente y salió de su hogar.

"Querido Sasuke:

Supongo que es una buena oportunidad de poder decirte quien soy, si es que no lo has descubierto, claro está.
Y para poder decírtelo, he preparado una cena especial. Te espero en el campo de entrenamiento siete a las ocho de la noche.

Atte: O"

Deslizó la nota por debajo de la puerta y salió con velocidad del lugar cuando escuchó ruidos dentro de la casa.

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Ya todo estaba preparado.

Había colocado una manta en el suelo, rodeándola con velas para poder hacer más romántico el ambiente. Era muy probable que Sasuke lo golpee, aún así, siguiendo sus pensamientos desde un principio, quería demostrarse lo más sincero posible con el azabache y ser sentimental, sobre todo con él, era algo que no iba a dejar atrás.

Dejó la cesta con los alimentos dentro y colocó dos platos junto con los cubiertos y los vasos con la bebida a un lado.

Miró la hora en su reloj de pulsera. No faltaba mucho para que llegue la hora acordada. Le quedaba poco tiempo y debía ir a prepararse.

Observó detenidamente que todo estuviera en orden y una vez que estuvo conforme, salió directo a su casa para alistarse.

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Sakura llegó al campo de entrenamiento. Quería poder practicar un rato para poder despejar su mente.

La discusión que había tenido con Sasuke el día de la feria la había dejado realmente desanimada. Ella de verdad creía que aquella salida era una cita y él se había encargado de decirle que solo había aceptado porque era su amiga.

Vio asombrada la preparación. Todo estaba acomodado y daba un ambiente romántico al lugar, como si estuviera sacado de una película.

—¿Sakura? —La chica elevó la vista cuando escuchó la voz del azabache cerca de ella— ¿Tú has hecho todo esto? 

Haruno boqueó un par de veces sin saber que contestar. ¿Sasuke había sido citado allí? ¿A una cena romántica en su campo de entrenamiento?

Asintió con la cabeza sin estar segura de lo que estaba haciendo.

—¿Quieres sentarte? —Preguntó en un hilo de voz. Los nervios debido a su mentira, casi le imposibilitaba el habla.

—Yo... —Sasuke miró en distintas direcciones— Claro, te lo agradezco. —Tomó lugar frente a la chica y la observó por un momento— ¿Has sido tú quien me ha enviado presentes desde hace días?

Sakura lo vio con un claro gesto de sorpresa para luego, sonreír apenada.

—Si, me descubriste.—Contestó.

—Me habías citado para decirme quien eras.—Explicó el azabache.

—Lo siento, los nervios.

Sasuke no estaba seguro de todo. ¿Quizás había leído mal? Cada letra al final de la carta era distinta pero reconocía que siempre escribía la misma persona.
A pesar de ser una letra algo difícil de leer, estaba seguro de haber leído que la persona detrás de las cartas era un hombre ¿Entonces, qué demonios hacía Sakura allí?

¿Y desde cuando se hacía la misteriosa al momento de declararle su amor? Lo había expresado abiertamente miles de veces como para comenzar con esto, que para ser sincero, no era su estilo ser tan romántica con cada gesto que había recibido.

Sin embargo, ciertamente no había nadie más allí que ella ¿Qué significaba? ¿Realmente había interpretado mal los escritos? ¿Sakura realmente podía ser tan romántica como lo había sido en cada uno de los presentes que recibió?

La vio sacar los alimentos de la cesta. Si esta realmente era su idea, luego releería cada carta para saber bien que había visto en esos momentos, aunque había algo que le causaba intriga y era la situación con los chocolates.
No entendía por qué un día antes de que los recibiera de forma misteriosa, ella se los había ofrecido personalmente y él, los aceptó sin problema alguno.
Pero ¿Y el muñeco? Estuvo con ella toda la noche como para que pudiera llevarlo a su casa antes de que él volviera. ¿Habría obtenido ayuda?

Soltó un suspiro y tomó el onigiri que la joven extendía en su dirección.

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Naruto caminaba con prisa por la emoción. Sus manos estaban frías pero sudorosas por los nervios.

—"¿Sasuke se encontrará igual?"—Se preguntó.

 Faltaban solo unos minutos para que la hora se cumpliera, sin embargo, dejó de caminar al oír un par de risas conocidas.

Asomándose por entre los árboles, pudo ver a Sasuke con Sakura disfrutar de la cena que él había preparado.

Cenaban y charlaban entre risas. Tanto trabajo, tanto esfuerzo desperdiciado en unos minutos.

Nada de lo que él había hecho para poder conquistarlo había servido. Cada maldita cosa que había pensado para que sea especial para él, nada parecía haber funcionado.

Sentía sus ojos arder por las lágrimas que estaba reteniendo. No quería llorar pero al parecer, sus ojos tenían vida propia porque permitieron que las lágrimas salieran de ellos mientras que el dolor en su garganta aumentaba por el nudo que sentía allí.

Y una vez más, no podía culpar a nadie porque allí no había culpables realmente.
Supo desde un principio que había grandes posibilidades de que lo rechazara y aún así, él continuó intentando.

Siempre supo que iba a dolerle aquello pero pasara lo que pasara, continuaría como su amigo porque prefería aquello mientras lo veía mantener una relación con Sakura a perderlo definitivamente.

Caminó con cuidado hacia atrás para abandonar el lugar. ¿De qué servía presentarse ahora? Quizás no era su momento, quizás nunca lo sería en esta vida pero si en la próxima ¿Quién sabe? Al parecer el destino si sabía que esta no era su oportunidad y le tocó averiguarlo de la manera más dolorosa que hubo.

Las risas se escuchaban lejanas, una situación tan distinta a la que él estaba experimentando en ese momento con las lágrimas bajando por sus mejillas sin la intención de parar.

Una vez que llegó a su hogar, tomó una hoja en blanco y comenzó a escribir una última vez.

¿Pueden creer que escribí este capítulo mientras lloro por Narubb? The One That Got Away de Katy Perry me está despedazando el alma en este momento.
¡MUCHAS GRACIAS POR LEER !