El chantaje

Las marcas

~ Narra Star ~

Un fuerte dolor de tripa me despertó, levantándome y yendo al baño corriendo.

–        ¿Cuándo acabará esto? –pensé inclinándome para vomitar– Tom…ayuda… –le supliqué asustada cuando dejé de vomitar.

–        No tengas miedo Starship –me abrazó, llevándome en volantas a la cama.

–        ¿Cómo se lo diré a Marco? –pensé en voz alta, dándome cuenta demasiado tarde de que había pronunciado su nombre.

Esperaba lo peor pero me sorprendió que Tom no se alterase, al contrario, estaba muy calmado, demasiado.

–        Cierra los ojos –obedecí, aún sentía sueño.

Sus manos recorrieron cada parte de mi cuerpo y su lengua entró en mi vagina sin aviso.

–        ¿Qué estás haciendo? –dije entre gemidos.

–        Solo relájate y pon tu mente en blanco.

Su voz me calmó, haciendo lo que me dijo, mientras su lengua llegaba bien profundo en mis paredes.

–        T-Tom –gemí agarrando las sábanas.

–        Déjame cumplir tus más ansiadas fantasías.

–        Aah..s-sí

Mi cuerpo volvió a reaccionar por sí solo, mojando la cama en muy pocos minutos.

–        Tom…yo… –intenté detenerle pero su voz me hizo no querer parar– quiero que entres en mí –dije abriendo más mis piernas– por favor.

–        Tus deseos son órdenes Starship~

Eso último lo canturreo, entrando muy lentamente.

–        Avísame cuando estés lista –escuché como se contenía un gemido.

En poco tiempo le indique que podía moverse y empezó con mucho cuidado.

–        Ah –gemí débilmente.

Poco a poco Tom fue cogiendo velocidad para acabar embistiéndome con fuerza en mi punto débil.

–        Ah ah aaah –gemía más fuerte.

–        ¿Quién te da más placer? –susurró en mi oído, gimiendo a medida que yo me agarraba a su espalda.

–        T-Tú –contesté excitada– quiero que me llenes de nuevo.

Tom se excitó más, me ató sujetó ambas manos a cada lado de la cabeza y llevó sus embestidas a un punto desenfrenado, siendo lo más parecido a un animal que carecía de compasión por su presa.