Mi complemento - Sasusaku

Sakura Uchiha

Había pasado un mes desde el día en que Sasuke supo toda la verdad, estaba sentado en su escritorio platicando con Sakura sobre las compras que ella había realizado para su ingreso a la universidad, ella estaba feliz pues pronto comenzarían los cursos de preparación. 

- Creo que ya tengo todo lo de la lista - comentó la chica sonriendo terminando de palomear su largo checklist. 

- Bien - dijo Sasuke y se le escapó una pequeña risa. 

- ¿De qué te ries? - preguntó la pelirrosa curiosa. 

El pelinegro se sentía pleno al ver a su Omega feliz, entonces le explicó - Eres probablemente la única estudiante que esta emocionada comprando sus libros con semanas de anticipación para empezar a leer y adelantar, nisiquiera haz ido al curso de preparación y me imagino que ya hasta en los primeros examenes debes estar pensando - 

La chica se sonrojó, Sasuke la conocía muy bien - Sabes que estoy cumpliendo mi sueño de estudiar medicina, se que te debo parecer una loca hablando solo de eso, me siento muy agradecida de que tu siempre me escuches y me apoyes en todo, se que siempre estas para mi - comentó la chica mirandolo sonriente a traves de la pantalla, el pelinegro no lo podía evitar y sintió el calor también en sus mejillas desviando mejor la mirada de la pantalla. 

Y de la nada el mágico momento se rompió y  la sonrisa de Sakura se desvaneció, hecho que no pasó desapercibido para el pelinegro y de inmediato preguntó - ¿Qué pasa? -

- Lo siento, estaba pensando en lo afortunada que soy de tener el apoyo de las personas que quiero y pensé en Naruto... - la joven bajó la mirada. 

El pelinegro guardó silencio y vió los ojos de Sakura cristalizarse, una lagrima recorrió la mejilla de la joven y Sasuke sintió un hueco en el pecho, si algo odiaba en el mundo era ver a su Omega llorando. Sakura le había mentido con respecto a Naruto y eso asi tenía que ser, le había dicho que ellos habían tenido una discusión antes de que el rubio se fuera al extranjero pero Sasuke sabía la verdad, sin embargo no le quedaba de otra que seguir el juego, entendía perfectamente por que debían mentirse mutuamente. 

- Disculpame - dijo la chica limpiando sus lagrimas con la mano - Es que no se nada de el -

- ¿Haz tratado de llamarlo? - preguntó el Uchiha haciendo su mejor esfuerzo por no sonar molesto, odiaba el tema sin duda alguna pero qué podía decirle, era evidente que ella extrañaba mucho a Naruto, apesar de lo que el hizo, pero se suponía que Sasuke no sabía nada y era difícil para el fingir.

- El no responde mis llamadas - dijo triste la joven y trató de recomponerse, quería desahogarse con la persona en la que más confiaba y ese era su Sasuke, pero no podía contarle la verdad, tras todo el tiempo que había pasado haciendose pasar por Beta la situación más dificil que había enfrentado sin duda había sido lo que pasó con Naruto, estaba ahi hablando con su pareja y no podía expresarse libremente con el, eso la hizo pensar en que algún día si su relación con Sasuke se formalizaba y se comprometían antes de eso ella tendría que confesarle la verdad, que ella era una Omega y no sabía cómo reaccionaría el ante eso, tal vez la dejaría por haberlo engañado tanto tiempo, iba a volver a llorar pero ahora por el tema de Sasuke y mejor decidió terminar la llamada - Oye amor voy a bajar a desayunar, besos - 

- Provecho, te llamo más tarde -  se despidió el joven, la chica asintió y ambos terminaron la video llamada. 

"Amor" repitió el muchacho en su mente, no tenía mucho tiempo que Sakura había comenzado a llamarlo asi y la verdad eso le gustaba mucho, pero en esta ocasión había notado la tristeza de la joven en esa frase y algo lo hacia sentir que no solo se traba del tema de Naruto. Suspiró entonces y se puso de pie estirandose, eran las 10:30 de la mañana para Sakura y las 5:30 de la tarde para el. Un día antes Izumi e Itachi habían vuelto a entrar en celo, el y Naruto se habían movido al departamento en Berlín,ambos estaban de periodo vacacional escolar, en todo el tiempo que había pasado Sasuke no le había dirigido la palabra al rubio, bajó por las escaleras y lo encontró sentado en la sala tratando de alimentar a Dango con una mamila.