Mi complemento - Sasusaku

Obito Uchiha

Un serio azabache caminaba a paso firme en silencio sumergido en sus pensamientos, ignoraba a las personas que pasaban a su lado y lo saludaban mientras subía al palco del corral que le pertenecía al mayor de los Uchiha, al estar frente a la puerta Obito tocó dos veces antes de abrir lentamente, se encontró con que Madara estaba acompañado de un senador y un diputado bebiendo y platicando animosamente de cómo se beneficiarían sus negocios con el siguiente periodo electoral de la ciudad.

El abuelo al ver al otro Uchiha de pie en la puerta le dijo a sus invitados - Permítanme un momento, debo atender unos asuntos importantes -

- No se preocupe señor Madara, entendemos que es un hombre ocupado - respondió el senador.

- De todos modos ya debemos bajar, se acerca la hora de la subasta y creo que hoy es mi día de suerte - comentó el diputado convencido de que ese día se llevaría a casa el Omega más bello de la exhibición.

Los hombres se dirigieron a la salida y Obito quien ya se había adentrado a la habitación se apartó de la puerta para dejarlos pasar y cerró tras la salida de los hombres. Madara caminó hacia la baranda del palco y miró hacia abajo mientras movía en círculos levemente su mano girando el vino en el interior de su copa.

- La reunión comenzará en 10 minutos, Sasuke e Itachi están con Danzo en su palco - informó Obito, Madara permaneció de espaldas en silencio por unos segundos y Obito al no recibir respuesta u orden alguna por parte del mayor se dió la vuelta para retirarse del lugar.

- ¿La Omega? - preguntó Madara sin dejar de ver a través del cristal del palco, el vidrio no era grueso como para evitar que la música se escuchará al interior del palco pero si lo suficiente para poder tener conversaciones sin necesidad de subir la voz, aún así el cristal vibraba levemente con el bajo de la canción que se estaba reproduciendo en ese momento.

Obito al escucharlo volvió a voltearse para responderle y le dió los detalles que recién había averiguado - A la Omega de Sasuke la recapturó Zetsu, fue localizada muy cerca de la puerta de servicio que da al exterior, casi logra escapar, la señora pidió que fuera llevada con ella cree que alguien la ayudó, además Sasori fue atacado es algo que no se puede pasar por alto -

Madara lo escuchó sin inmutarse en lo más mínimo y después le ordenó - Puedes retirarte -

El primo de los hermanos Uchiha salió de la habitación dejando a Madara atrás quien se preparaba para asistir a la reunión y Obito apenas dió unos pasos afuera de esa habitación se encontró en el pasillo a Sasori y Deidara.

- ¡Ahh! - se quejó el rubio de dolor mientras Sasori le ajustaba el cabestrillo para inmovilizarle bien el brazo - ¡Puedes tener más cuidado! - le reclamó Deidara al pelirrojo por su brusquedad.

- Debiste pedírselo a Konan - espetó Sasori de mala gana.

- No la encontré - se justificó el rubio.

- Debe estar besuqueándose por ahí con Yahiko - comentó el pelirrojo molesto pues aún le dolía la cabeza y le hubiese gustado que Konan le diera algo para el dolor pero cuando despertó en la enfermería ella no estaba ahí.

- ¡Ese maldito Uchiha hijo de perra me las va a pagar!, espero que la señora decida matar a su zorra frente a el - dijo Deidara con odio, empezaba a creer seriamente que tenía costillas fisuradas pues le dolía hasta respirar, comenzaba a reconsiderar la oferta de Hidan y aceptarle la droga que le había ofrecido, necesitaba aguantar el dolor hasta que pudiera atenderlo un profesional.

- ¿Lograste recordar algo? - preguntó Obito a Sasori interrumpiendo la conversación.

- No - respondió escueto el pelirrojo pero al sentir la fuerte mirada inquisitiva de Obito sobre el decidió explicar brevemente - Me golpearon en la cabeza y quedé inconsciente eso es todo -