Visitas inesperadas

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Acariciaba la terza piel de su Omega mientras disfrutaba del aroma a jazmin de ella, con cuidado para no despertarla hizo a un lado su rubio cabello y acercó más su rostro para lamer su cuello justo dónde minutos antes había repasado su marca al hacerle el amor, ella se removió entre sus brazos pero no abrió los ojos, la mano derecha del joven azabache comenzó a delinear los senos de su mujer rozando apenas sus dedos por sus rosados pezones siguió su camino de ligeras caricias hasta llegar a su abultado vientre, cerró los ojos para concentrarse tratando de sentir a su hijo y como por arte de magia el bebé se movió.

- Nos despertaste a ambos - dijo la Omega somnolienta poniendo su mano sobre la de su esposo indicandole dónde tocar para sentir más movimientos del bebé.

Shikamaru esbozó una sonrisa al sentir a su primogenito, acercó un poco su rostro al vientre de su pareja sin dejar de acariciarlo - Buenos días hijo -

Temari dió un respingo al sentir como el bebé pateaba fuerte - Se mueve más cuando le hablas, el reconoce tu voz -

El Nara despositó un beso sobre el vientre y luego subió para besar los labios de su mujer - Buenos días a ti tambien amor - ella le respondió el beso de buenos días y después el Alfa se puso de pie para vestirse y comenzar el día.

La rubia aún tenía mucho sueño y pesadez, entre Shikamaru haciendole al amor y el bebé despertandola de vez en cuando con sus movimientos no la habían dejado dormir muy bien, quería pasar todo el día dormida pero entonces recordó - Cariño, ¿Hoy viene Hinata verdad? -

- Asi es, llegará a medio día -

- Bien, entonces me arreglare para que desayunemos juntos. ¿Vas a salir? -

Shikamaru se acercó para ayudar a su esposa a ponerse una bata de seda - No, hoy pasare el día aqui, trabajare desde casa -

La Omega sonrió ante eso, le encantaba tener a su Alfa cerca la mayor parte del tiempo posible, se sentía plena. Desayunaron juntos y la rubia se preparó para recibir a su amiga Hinata en la sala de estar. Puntualmente al llegar el medio día un auto con el emblema Hyuga llegó a la residencia Nara.

- Buenos días señorita Hyuga, la señora Nara la espera en la sala - dijo una mujer muy amable a la ojiperla y la acompañó hasta la sala, al llegar le abrió la puerta - Les traeremos el té - dijo la joven y se retiró dejando a las dos Omegas solas.

- Te-temari... - saludó timida la hermosa joven de piel nivea - ¿Cómo te sientes? -

- Hinata buenos días, en este momento me siento bien solo que estoy cansada, mis dos hombres no me dejan dormir bien - respondió la señora Nara indicandole a su amiga que se acercara para sentarse con ella - Tu entiendes, Shikamaru esta insaciable ultimamente, no se si esto de mi embarazo lo excita más - comentó deshinibida la rubia.

Hinata se puso de todos colores antes el comentario de su amiga y se aproximó a sentarse a su lado sin saber que responderle, la volteó a ver timidamente y se enterneció al ver su abultada barriga, Temari notó que la estaba viendo y le dijo - ¿Quieres sentirlo? - le preguntó tomando su mano y aunque no le respondió puso su palma sobre su vientre - Esta muy inquieto desde esta mañana, Shikamaru le ha estado hablando y eso al parecer lo tiene activo -

La ojiperla sonrió, era muy lindo poder sentir al bebé y se imagino cómo se sentiría ella misma cuando estuviera embarazada su mente la traicionó imaginandose a un bebé en sus brazos con unos grandes ojos azules y entonces su sonrisa se desvaneció por que eso nunca iba a pasar, claro que ella tendría un bebé más adelante pero este tendría los ojos perla igual que ella y Neji, ese cambio repentino de animo no paso desapercibido por Temari quien se preocupo - Amiga ¿Qué te pasa? -

Mi complemento - SasusakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora