Cuando caiga el último pétalo.

CAPÍTULO V

¡Hola! Yo de vuelta por aquí. Llevo meses sin subir capítulo porque la verdad mi imaginación es inexistente en estos momentos y me está costando mucho escribir algo decente. Pero bueno. Iré publicando cuando me apetezca, como he hecho hasta ahora.
Y sin más rollos, os dejo con este capítulo tan raro

V- MAGULLADURAS INTERNAS

Alguien toca la puerta. Me levanto rápido, hiperventilando, dándome un golpe fuerte contra la cama de arriba. Llevo toda mi vida durmiendo en la parte de abajo de una litera y sigo dándome los mismos golpes. Voy a tener que preguntarle a quién vaya a dormir arriba si me deja a mí. Porque si no, un día de estos me rompo la cabeza.

Estoy sudando a gota gorda, menos mal, solo fue un sueño. Solo que esta vez no fue la misma pesadilla de siempre. Fue una muy distinta. Estaba a oscuras, pero había luz suficiente como para ver que estaba encerrada en una pequeña habitación. Tocaba a todas partes en busca de una salida. Una ventana, una puerta, cualquier cosa. Pero no había nada. Gritaba y gritaba pidiendo ayuda pero nadie venía. Poco a poco me empezó a faltar el aire, hasta el punto de marearme tanto que empezaba a ver borroso. Entonces me desperté.

Vuelvo a escuchar cómo golpean la puerta, esta vez más fuerte. Maldigo en voz baja.

Por suerte no tengo que levantarme porque Ethan ya lo ha hecho. Alvin está al otro lado. Y como hizo el día anterior, ni siquiera saluda, simplemente habla tan rápido que cuesta entenderle.

-Toma, perdón, se me olvidó dároslo ayer, soy un tanto despistado. -Suelta una pequeña risita.

-¿Qué e...? -Intenta preguntar Ethan, claro que, sin conseguirlo.

-Vuestros uniformes y los horarios. -Y se lo tiende todo antes de salir (casi) corriendo por el pasillo.

Ethan mira lo que le dio elevando una ceja. En cuanto levanta la vista y me ve, su cara cambia a una de preocupación.

-Eh, ¿Estás bien Viki? -me pregunta preocupado.

Afirmo con la cabeza.

-Solo he tenido una pesadilla. -aclaro para que se tranquilice.

Me tiende uno de los uniformes que al parecer es el más pequeño de los dos y me da uno de los dos horarios. Iba a mirarlo, pero me di cuenta de algo.

-¿Y Abby? -Le pregunto observándole.

-No tengo ni idea -responde con total tranquilidad- cuando me desperté ya no estaba. -aclara.

Es raro porque sigo pensando en lo que nos dijo ayer. Ahora tengo cosas que decir y creo que es un buen momento para sacar él tema y aunque no tengo ni la más remota idea de cómo se lo tomó Ethan, ya que no me fijé anoche, me da un poco de miedo que se enfade, pero lo mejor sería hablarlo con él.

-Sobre lo que dijo ayer... -digo mientras me quito las sábanas de encima y me levanto.

-No la creo una mierda, lo siento, está amargada -dice con un tono un poco más elevado de lo normal. Luego se tranquiliza e intenta explicármelo- Cuando te fuiste a dormir, salió por la noche y no volvió hasta la madrugada. -responde Ethan.

-¿Cómo lo sabes?

-No pegué ojo. Estaba nervioso, supongo.

-Ya. -es lo único que le respondo, porque no me lo creo, no me creo que no haya pensado en lo que nos dijo Abby.

-Viki, es muy rara, en serio. Puede que yo no haya dormido en casi toda la noche, pero ella tan solo vino como a las seis de la mañana y se fue de nuevo un poco más tarde.