Entre decisiones y realidades se revela el corazón

1. Un despertar con sorpresas

Los sentimientos que poseen los individuos en varias ocasiones influencian sus decisiones para bien o para mal. No importa el tipo de sentimiento o la intensidad del mismo, casi siempre forman parte de una decisión y es inevitable, sin embargo esto no significa que es malo dejarse influir por ellos pero tampoco es lo más recomendable.

Erik despierta lentamente sintiendo una calidez que lo invita a seguir durmiendo, cuando consigue despejar la bruma del sueño se da cuenta que no reconoce el lugar y cuando trata de incorporarse nota un peso sobre el que se lo impide, al mirar hacia su pecho se sorprende.

-Charles

Erik mira con asombro a su amigo durmiendo encima de él con tranquilidad sin comprender porque está aquí mientras más mira se da cuenta que sus brazos envuelven a Charles y además ambos están desnudos debajo de las sabanas. Queda en shock ante esto y decide salir cuanto antes de la habitación antes de que el profesor se dé cuenta, con la mayor delicadeza posible lo acomoda a un lado mientras desenrosca sus cuerpos logrando salir de la cama.

Mientras busca que ponerse Erick trata de pensar cómo terminaron de esta forma y donde demonios se encuentran después de todo lo último que recuerda es la discusión que tuvieron sobre En Sabah Nur pero no hay más.

-Erik vuelve a la cama.- Pronuncia un Charles somnoliento mirándolo con una sonrisa perezosa.

-Charle ¿qué fue lo que paso anoche nosotros...?

-Nuestro aniversario y una muy buena noche cariño, aunque parece que no me esforcé lo suficiente si ya lo olvidaste.- Dice mientras frunce adorablemente el ceño y tuerce ligeramente la boca.

Con esas palabras Erik queda en shock por un momento asimilando la implicación de ello antes de que pueda recuperarse siente unos labios besarlo con intensidad y manos atrevidas tocándolo sin pudor alguno, con horror se da cuenta que su cuerpo reacciona a ellas apartando a Charles de su persona en el acto.

-Espera Charles ¿Qué demonios haces?- Dice escandalizado y un poco excitado.

-Besar a mi esposo y seducirlo, ¿por qué luces tan perturbado por ello? Normalmente me despiertas con sexo matutino o besos.

Erik se sorprende con esa declaración pero se da cuenta que tiene que calmarse y pensar en qué situación está antes de actuar impulsivamente.

-Yo no creo que pueda hoy, debo ir a bañarme después hablamos.

-¿Qué me estas ocultando Erik?-Charles exige con los ojos entrecerrados y mirada evaluativa.

Erik hace un escaneo rápido por la habitación y nota el baño con la puerta abierta procede a ir a el para estar lejos del escrutinio de Charles y pensar en la situación que se encuentra.

-Erik Lehnsherr no podrás escapar de esto, me quedaré esperando hasta que salgas querido.

Erik llevaba 15 minutos en el baño y había llegado tres conclusiones: está casado con Charles, su anillo de bodas es un gran indicador de ello y su cuerpo lleno de pruebas; no pertenece a este lugar, su rostro más joven se lo demuestra; y lo más importante no tiene sus poderes, aunque intento usarlos se dio cuenta que ya no podía sentir el metal como antes.

-Necesito salir de aquí y averiguar qué clase de lugar es este.-Murmura para sí mismo.