Percy Jackson y el Juego

Prólogo

Prólogo -

Percy Jackson se sentó en medio de su salón de clases escuchando a su maestro, el Sr. Brunner. El profesor en silla de ruedas habló con una voz profunda y un entusiasmo que sorprendió a Percy ya que el tema del que hablaba era... bueno, francamente aburrido.

Los ojos verde mar de Percy estaban vidriosos mientras miraba su cuaderno garabateando la imagen de un tridente y sin prestar atención a lo que decía.

"...Y por lo tanto, los Dioses vivieron en el Olimpo por el resto de la eternidad gobernando el mundo", el Sr. Brunner terminó su lección cerrando su libro. Miró alrededor del salón de clases y vio a Percy que estaba garabateando en su libreta, "Sr. Jackson".

Percy inmediatamente levantó la vista sorprendido, "Ah, sí, señor".

"Dígame, Sr. Jackson, ¿cuál es el propósito de que aprendamos sobre los dioses y las diosas griegos?"

Percy miró a su alrededor confundido. Miró a su lado a su mejor amigo Grover, un niño con muletas y un gorro. El chico se encogió de hombros y Percy suspiró, "Yo-ah... no lo sé, señor".

El Sr. Brunner suspiró, "vamos, Percy, debes ser capaz de adivinar, pensar en alguna razón".

Percy se rascó la cabeza y se preguntó, ¿para qué servían los dioses de todos modos? Percy negó con la cabeza y dijo lo único que se le ocurrió, "nos ayudaría a pasar esta clase".

La clase se rió y Grover le dio a Percy un pulgar hacia arriba mientras contenía su risa mientras el Sr. Brunner se pellizcaba la nariz. "Sí, señor Jackson, supongo que esa sería una respuesta a la pregunta, no la que esperaba pero sin embargo cierta".

Percy se encogió de hombros, "Lo siento, Sr. Brunner, ¿quién podría ser la respuesta real? ¿Cuál es el punto de aprender sobre algunos dioses muertos de todos modos? No debería estar aprendiendo algo más como decir ... equilibrar una chequera o algo así. ?"

La clase volvió a reír, pero extrañamente esta vez, Percy notó que Grover estaba muy callado, casi parecía un poco asustado, como si alguien fuera a lastimar a Percy por hablar así.

El Sr. Bruner volvió a sacudir la cabeza y lentamente comenzó a rodar hacia el frente de la clase, "si bien es cierto que para el mundo actual aprender sobre economía es mucho más útil que aprender sobre los dioses griegos, pero no es más importante". Los griegos inventaron la mayoría de los métodos que vemos hoy en nuestras vidas. Su regla del drama forma la base de nuestro entretenimiento. Su filosofía, la piedra angular del mundo occidental. Es por eso que necesitamos aprender sobre los dioses griegos, Sr. Jackson. , para entender de dónde venimos y qué historias influyeron en las grandes personas que formaron nuestro mundo".

"Pero quiero decir, vamos, Sr. Brunner", dijo Percy con un suspiro, "aparte de ser una lección de historia extendida, no es como si realmente tuvieran otro uso. Ya no tienen poder en el mundo moderno".

El Sr. Brunner entrecerró los ojos, "no esté tan seguro, Sr. Jackson".

Percy se encogió de hombros y la clase siguió avanzando como si nada hubiera pasado. Pero sin que ellos lo supieran, tres ancianas miraban esta escena desde lejos.

Estas fueron las Parcas. Vivían en una cueva que no puede ser encontrada por ningún mortal o semidiós, sino solo por un divino y solo si el Destino mismo lo desea. Las mujeres parecían tan viejas como el tiempo mismo con el cabello tan blanco como la nieve como dedos con marcas de tejedor. Junto a ellos había un río de hilo azul que se extendía más allá de ellos más adentro de su cueva.