Capitulo 8.

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CAPITULO 8. SECRETOS.

—Pensé que habéis muerto.

Greta se mostraba muy interesada en saber más sobre el incendio.

—No, nuestras muertes fueron una farsa. —Dije nerviosa.

—Es que me tomó por sorpresa verlos aquí, mi madre solo me susurraba que ustedes no tenían nada que ver con lo que le pasó. —Detuvo sus palabras para beber un poco del té de su taza. —Estaba confundida; le pregunté por ustedes y ella me dijo que estaban en el refugio, con mis hermanos. —Greta pone su mirada sobre mí, esperando alguna aclaración.

—Llegamos hace unos días. Nuestro padre nos había ordenado abandonar nuestra casa y dijo que teníamos que llegar a su refugio. Él venía con nosotras, pero cuando íbamos a mitad del camino un desconocido comenzó a seguirnos. Mi padre para ganar tiempo lo distrajo enfrentándolo. —Digo recordando la imagen de mi padre frente a nosotras.

—Él nunca regreso. —Dice Greta.

—No. Prometió llegar...pero no lo hizo. —Me lamenté sonar tan débil.

—Entonces no estás del todo segura de que fueron los rebeldes los que montaron el incendio.

—No puedo saberlo, ni siquiera estaba enterada de que mi padre podría mantener algún vínculo con los rebeldes.

—Alice...Yo confío en tus palabras.

Me sentí tranquila al saber que Greta no pensaba sacarnos del refugio.

—¿Por qué no llevaste a tu madre al hospital? —Pregunté curiosa.

—Mi madre solo había sufrido una intoxicación. Tenía claro el procedimiento en estos casos. Además el hospital está horriblemente saturado. —Contesta Greta levantándose de la silla.

—Te veías muy nerviosa, creí que era necesario ir con alguien más. —Confesé a la chica pues el pensamiento no desaparecía de mi mente.

—Perdí el control al ver a mi madre sufriendo. La toxina que se encontraba en su cuerpo le causaba un gran dolor. El fármaco que le aplique ayuda a controlarlo. —Aclaró la chica.

—Perdón —dije sincera. —Hall se molestó contigo por mi culpa. —Lamentaba el hecho de esa discusión.

—No te preocupes. Mi hermano actuó de manera tonta, no trato de justificarlo pero creo que se debe a la desaparición de nuestro padre y el hecho de ver a nuestra madre sufriendo le afecta mucho. —Me dice Greta poniendo su taza vacía en la mesa. —Hall es muy inestable. —Confiesa al final.

—Si, su comportamiento ha vuelto a ser como hace unos años —contesto sin ánimos.

Desde que conocí a Hall en secundaria pude darme cuenta de que sus emociones siempre estaban en constante cambio. A veces estaba completamente feliz y de un momento a otro estaba totalmente deprimido. Cuando lo conocí estaba oculto detrás de un conjunto de arbustos, tenía la cara llena de moretones al igual que los brazos.

—¿Por que tienes así las manos? —pregunté señalando las cicatrices.

Mis palabras detrás de él hicieron que se incorporara del suelo poniéndose a la defensiva. Cuando me vió relajo su expresión.

—No creo que te importe —me contestó volviendo su cabeza hacia un lado ignorandome.

—Debes avisarle al director sobre esos chicos. Los Hillerman solo son hijos de soldados, tal vez él les pueda poner un alto —dije entonces. —Ahora están molestando a Tony Rice. —Miré al grupo de chicos que jugaba con la mochila del pobre niño que trataba de recuperarla.

Después de los juegos. / Fanfic de los juegos del hambre. /Donde viven las historias. Descúbrelo ahora