☇ ⏟. --En un mundo devastado por un cataclismo sin precedentes, la humanidad lucha por sobrevivir en un entorno hostil y desolador. En medio de este caos, Hyunjin y Felix se enfrenta a la difícil tarea de encontrar un lugar seguro donde establecerse...
- Carajo, carajo... -Felix seguia corriendo lo más que sus piernas podían, sentía que si miraba hacia atrás su vida acabaría-
Lee Felix, un adulto de 23 años recién egresado de la universidad, trabajaba como cajero en una tienda de conveniencia, lamentaba su vida, creía Ingenuamente que conseguiría un trabajo bien pagado tan solo saliera de su carrera pero un golpe de realidad le pegó tan duro en la cabeza cuando se dió cuenta que nadie lo quiera contratar por "Falta de experiencia", simplemente le quedaba resignarse a lo que tenía, al menos no está viviendo con sus fastidiosos padres.
xxx/xx/20xx 09:00 am {Felix}
La mañana avanzaba con tranquilidad, como todas las mañanas su rutina se basaba en darse una ducha, arreglarse lo mejor que podía y comer lo que fuera que hubiera en la cocina, salió rumbo a su trabajo de medio tiempo y del que vivía con salario mínimo.
Nada interesante paso, simplemente clientes molestos que le jodian preguntando sobre productos, empezaba a sentirse cansado y sus ojos pesaban con el pasar de los segundos, recargo su brazo sobre el mostrador y coloco su barbilla sobre su mano, cerro solo un momento los ojos cuando de pronto gritos se escucharon de fuera, dió una mirada rápida hacia la ventana y vio como la gente corría despavorida hacia una dirección incierta.
«¿Qué mierda?»-se dijo para si mismo-
Los clientes empezaron a salir de la tienda lo más rápido que podían, Felix simplemente se mantenia de pie sin mover un músculo, no sabía que pasaba así que decidió acercarse a la ventana cuidadosamente.
Sus ojos se abrieron de sorpresa al ver que del cielo emerjian criaturas de todo tipo, criaturas que tomaban a los civiles y mataba de un solo golpe, miraba estático la escena, volteo a una dirección diferente y lo que vio fue peor, una máquina más grande que cualquiera rascacielos caminaba por la cuidad, este al igual que el anterior, tomaba a los civiles con lo que parecían ser sus manos, a diferencia que en lugar de dedos parecían pinchos gigantes que los tomaban como brochetas y metían a sus bocas, como si de bocadillos de medio día fuesen.
No sabía que hacer, sabía que si salia en cualquier momento moriría, pero no podía estar ahí para siempre, tarde o temprano lo encontrarian.
Las horas pasaron, Felix había hecho el intento de una barricada, tomo todos los muebles posibles tapo ventanas y puertas, si bien no eran fuertes, al menos no le habían encontrado en horas, la energía empezaba a fallar, las luces parpadeaban y el frío inundaba el espacio, la desesperación se acumulaba.
Estaba nervioso y la paranoia comenzaba, tenía miedo, a pensar de odiar su vida; en el fondo aún queira vivirla.
Vamos Felix bonito, ¿Qué no morir era lo que querias desde un principio?
Los días transcurrieron, y aunque haya pasado una semana para los desastres, para Felix había sido una eternidad, había perdido la nosion del tiempo, no sabía en qué día estaba, la hora había dejado de existir para el, día, tarde o noche ya realmente no importaba.
Estaba tan sumergido en sus pensamientos, se cuestionó mil y un cosas, el universo, la salud, el cuerpo, la vida... Y lo más importante ¿Qué mierda le pasaba al mundo?
Bien, ya se había desesperado, no sé mantendría ahí para siempre, claro, había suministros suficiente para prevalecer vivo unos meses, pero tarde o temprano acabaría muerto por lo que sea que hubiera haya afuera.
- Vida solo hay una... y tal vez sea está la última- pronunció en un sonido de voz perseptible solo para él-
Cogió una mochila que encontró por un pasillo e introdujo provisiones suficientes, no mucho para pesar pero eran abastos.
Tomo unas prendas de ropa y se cubrió lo mejor que pudo, la supervivencia era lo único que pasaba por su mente, más sin embargo, en el fondo sabía que por más que se cuidase algo le pasaría.
No estaba preparado, las manos le sudaban como si una cascada tuviera en las manos, movió solo un poco los muebles de la puerta y hecho un último vistazo a lo que fue su "humilde morada" por una semana, inhaló aire suficiente que soltó lentamente.
Salia cuidadosamente por la puerta y dió una rápida vista al cielo.
- Wow... Incredible...-susurro para si mismo-
El cielo era inigualable, las estrellas se reflejaban en un bello lienzo de oscuridad que se desbordaba en neblina densa, en aquel momento le gustaría estar tumbado en el suelo admirando por horas aquel paisaje que le transmitía tranquilidad.
Por otra parte, sus nervios se vieron interrumpidos cuando un chillido sonido le quitó toda esa paz.
Un rugido tan desgarrador parecía estarse aproximado hacia él, se había quedado paralizado, no podía moverse, era como si ese sonido le hubiera inoptizado, pero tenía miedo, los escalofríos recorriendo cada sentimiento de su cuerpo y casi tan rápido como la luz salió corriendo lo más pronto que sus piernas podían...
«-Bien Felix, eres la persona más inteligente del mundo, eres un idiota... ¿Porque chingados se te ocurrió salir?... Si muero, que se sepa que siempre odie a mis padres...-»
- Carajo, carajo... -Felix seguia corriendo lo más que sus piernas podían, sentía que si miraba hacia atrás su vida acabaría-
No importaba nada ahora, el aire le faltaba, no sabía cuánto es lo que había corrido, lo único que sabía es que había llegado casi a las afueras de la ciudad, impresionante el hecho de correr por más de diez minutos y no morir en el intento.
Se paró un momento para tomar aire, se tumbó en el asfalto e hiperventilo por unos pocos minutos, no sabía cuánto tiempo es lo que se habia tomando estando en esa posición pero parecía ya estar amaneciendo, como si tuviera un deja vu, el cielo se tornaba de un naranjiso hermoso, el brillante sol salia y la noche de iba.
Era hora de partir, se levantó con cuidado, pudo divisar a lo lejos una pequeña cabaña rodeada de algunos árboles y malesa.
Caminaba con cuidado de no saber ruido si es que alguien se encontraba por ahí, la puerta principal estaba entre abierta, dió pasos silenciosos hecho una mirada por todo el lugar, parecía ser abandonado hace no mucho, aún se podía presenciar que la familia que vivía ahí estaba apunto de almorzar cuando todo paso, era como si simplemente salieran hullendo y dejaron todo atrás.
Siguio inspeccionando todo el espacio que había, encontró cosas útiles como lámparas de baterías y prendas de su talla, el último lugar por revisar era el garaje, dios que le daba miedo ese lugar pues no había ninguna fuente de luz que pudiera iluminar solo un poco.
Se anduvo con cuidado, pero eso no le previo de tropezar con unas cajas y cayó al suelo, cuando estaba de pie choco con algo a sus espaldas, giro rápidamente y vio una sombra "espeluznante".
- AAHH-
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Hey!, ¿Que les pareció?, Les agradezco mucho por la espera, créanme que la historia me emociona, intentaré actualizar seguido, pero si esque me llega a surgir un imprevisto se los recompensare, tendrá un avance lento-rapido, así que no se me desesperen, nos leemos en al próxima, besos en la kola. 🪷 (El otro capítulo se los tendré en unas horas, aún me falta corregir algunas cosas)
