Prólogo
Zeus adopta una niña humana, quien crece entre todos los dioses, descubriendo sentimientos y emociones, a pesar de ser una humana la chica esconde un poder el cual ni ella misma sabe que tiene por desgracia ese poder podría consumir todo s...
La azabache caminaba por los pasillos del castillo, hasta que una habitación captó su atención. Empujó aquella puerta enorme y con un diseño bastante peculiar. Al estar dentro repaso con su vista todo lo que había dentro. El lugar estaba lleno de estantes de cristal, con plantas dentro, habían tubos de ensaño sobre la mesa y jaulas con ratas encerradas en ellas. El lugar parecía un laboratorio. De repente una silueta bastante sombría se asomó por detrás de unos estantes.
- Necesitas algo.- hablo aquel hombre de cabellos negros mirando a la chica.
- Ehhh... no... yo solo entre porque me dio curiosidad.- Respondió Reana mientras movía sus manos en un gesto de negación.
- Bueno no deberías estar por aquí y sobre todo no deberías acercarte a mi.- Dijo el azabache en tono neutro y sin hacer ningún gesto.
- Pues no veo que hay de malo en que me acerque a ti, pareces una buena persona.- afirmo la azabache menor con una dulce sonrisa en su rostro.
-......- El se ojos rojos guardo silencio por unos segundos.
- Soy Reana.... Tu nombre ¿ Cual es tu nombre?- Se acercó a el y con una sonrisa le extendió la mano a modo de saludo.
- Belcebú.- estrecho la mano de la chica correspondiendo a su saludo. El azabache al tocarla pudo notar algo raro dentro de ella, era algo desconocido para el. Hades le había hablado sobre ella, pero ahora que la conoció, definitivamente querría estudiarla.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Veo que ya se conocieron, espero que puedan llevarse bien.- Los azabaches escucharon una voz que hizo que se soltaran la mano y voltearan a ver.
- Mi señor.- Saludó Belcebú al albino que se encontraba junto a la puerta.
Reana alzó su mano saludándolo con toda confianza.
- Saldré por unas horas ¿Puedes cuidar de Reana? Ella es buena con las plantas seguro te puede ayudar en algo.- Pregunto Hades acercándose a ellos y poniendo su mano sobre la cabeza de la azabache acariciando su cabello.
- Pero señor.... De acuerdo puede contar conmigo.- fueron las palabras del de ojos rojos mientras hacía una pequeña reverencia. Hades les regaló una sonrisa y se marchó dejando a los azabaches solos.
- No toques nada sin preguntarme, no te acerques mucho a mi, cero contacto físico y no alces mucho la voz. Ven por aquí siéntate y ayúdame a empacar todas estas plantas en bolsas.- Fueron las indicaciones de Belcebú para la de ojos verdes. Mientras le mostraba una mesa con muchas plantas encima.
- Si está bien, muy bien acabaré muy rápido ya verás.- Dijo la azabache menor con una mirada de seguridad, acomodando las mangas de su vestido hacia atrás y atando su cabello.