Capitulo 4

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Reana se encontraba explorando el castillo de Hades cuando de repente unas ninfas se acercaron a ella.

  - Señorita, ya tenemos lista su habitación como nuestro señor ordenó.- dijo la ninfa 1 dirigiéndose con respeto a la azabache.

  - por favor acompáñenos.- índico la ninfa 2

  La de ojos verdes siguió a ambas mujeres hasta llegar a una habitación. Estaba casi al lado de la de Hades y era casi igual de grande, dentro habían instrumentos, lienzos y un librero con los libros favoritos de la azabache. También tenía un armario enorme con muchos atuendos que podía usar. Reana estaba sorprendida de cómo habían preparado todo eso en unas pocas horas.

  - Te gusto tu habitación?- la azabache sintió como una mano se posaba en su hombro.

  - Oh Hades, si me gusto mucho, es perfecta para mi, tiene todo lo que necesito, hasta podría decir que no necesito salir de ella.- respondió la joven regalándole una sonrisa y volteando a ver al mayor.

- Señor nos retiramos por ahora.- dijeron las ninfas haciendo una reverencia para luego salir.

   Se habían quedado en silencio, cuando de repente la azabache se acercó a la cama y tomo una almohada por la punta y con mucha fuerza la lanzo hacia el dios y ella tomó otra de las almohadas. Hades algo confundido atrapó la almohada. Acaso ella quería jugar con el? La de ojos verdes sin pensarlo mucho se acercó a el para golpearlo con la almohada.

  - Vamos, tienes que golpearme tú también, nunca has jugado a los almohadazos?- dijo la chica mientras reía un poco.

  - Bien, vamos a jugar entonces.- dijo el dios dandole una pequeña sonrisa a Reana.

Comenzaron a jugar cada vez Reana golpeaba aún más duro a Hades con la almohada, mientras que esté contenía su fuerza para no lastimarla, las risitas de Reana resonaban por toda la habitación, por alguna razón para Hades era agradable ese sonido y aunque fuera un juego tonto el Rey comenzaba a divertirse. De repente la azabache soltó la almohada y su semblante cambió por completo.

  - Perdon por hacerte jugar conmigo, quizás no es algo que deba hacer un rey y aún así lo hiciste por mi. Muchas gracias me divertí y por un momento olvidé todo.- dijo la chica mirando al mayor un poco apenada.

  - No hay necesidad de disculparse, te dije que quería que tu estancia fuera placentera. Sabes que jugar contigo me hizo recordar cuando jugaba con mis hermanos eso fue ya hace mucho tiempo.- Dijo el rey del inframundo, se podía notar una sonrisa casi imperceptible, pero a la vez muy sincera en el rostro del mayor.

  - Bueno me alegra que recordaras esos momentos, yo también jugaba mucho con mis hermanos.- dijo la azabache regalándole una sonrisa al mayor y luego bajando su cabeza.

  -Reana si algo te preocupa puedes decirme.- dijo el mayor colocando una de sus manos en la cabeza de ella, acariciando un poco el cabello de esta.

  - Yo..... Yo no quiero morir, siempre pensaba que no importaba que muriese, pero siento que aún hay tantas cosas que quisiera hacer, como jugar con mis hermanos, plantar flores con mamá, aprender a pelear y muchas cosas más, yo no quiero que esto dentro de mi me consuma. Desde pequeña he sido fragil, siento que nunca hice nada por mi cuenta. Quiero a partir de ahora vivir por mi cuenta y descubrir todo a lo que soy ajena.- soltó la azabache entre lagrimas y sollozos.

  - Reana, tú no vas a morir, tienes mi palabra, buscare la solución a lo que te atormenta, de hecho la encontraremos juntos. Por ahora no pienses en eso, además estos sellos son muy fuertes. No debes preocuparte yo se que podrás alcanzar grandes cosas, porque eres alguien muy especial.- le respondió el Dios en un tono dulce y con un pañuelo fino limpio las lágrimas de la contraria.

Record of Ragnarok ( hades) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora