Capitulo 3

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(Eres mi único lugar seguro, tus manos a pesar de que siempre estan frías, al tocar mi piel, mi alma siente una calidez inexplicable, tu fuerte voz sana mi corazón cuando esté está a punto de romperse en pedazos.)
Att: De Reana para Hades.

   Habían pasado ya diez y nueve primaveras desde que Reana llegó a los brazos de Hera

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Habían pasado ya diez y nueve primaveras desde que Reana llegó a los brazos de Hera. Ella había crecido dotada de muchos talentos, aprendiendo de cada uno de sus hermanos. Sin embargo el poder que había dentro de ella de vez en cuando salía a flote causando daño a su salud, ya que al poseer un cuero tan Fragil el poder que emergía de ella podría llegar a romperla. A pesar de ser la hija adoptiva de los dioses más importantes de todo el lugar, Muchos seguían rechazándola, cuando se paseaba por el Olimpo ella sola, la miraban con mala cara y hasta le lanzaban objectos para que se fuera de ahí, a pesar de los malos tratos ella no los odiaba y se convencía de que algún día probaría su valor. Reana visitaba a menudo el palacio de Poseidon, tenían una especie de amistad. Reana admiraba a mucho al dios al punto de sentir atracción hacia el, sin embargo solo era algo platónico ya que ella no quería una relación o matrimonio, además que ningún dios la tomaría en serio por ser humana. La azabache tenía cierto apego a sus hermanos Heracles y Hermes, el de cabellos rojos siempre la cuidaba y jugaba con ella, la veía como su adorada hermana pequeña a pesar de que la ojos verdes ya se veía como toda una mujer, Hermès por otra parte si veía a la menor con otros ojos, aún así era muy respetuoso con ella para tener la confianza de la azabache.

- Reana, cariño te vas a ir? Creo que deberías quedarte, últimamente sales mucho.- dijo Hera algo molesta, ya que para ella era evidente la atracción de su hija hacía Poseidon, sin embargo no permitiría que nadie nunca despose a Reana.

- Mama, solo voy a devolverle un libro a Poseidon, ya es todo un mérito haber logrado que me lo prestara, debo devolvérselo.- dijo la azabache abrazando un viejo y enorme libro, cuando de repente sintió un pitido muy fuerte en su cabeza, la azabache llevó sus manos a la cabeza dejando caer el libro, cayó al suelo sobre sus rodillas mientras gritaba del dolor. Una cortina de humo negro comenzó a emerger de ella, y su nariz sangraba.

   Hera preocupada corrió hacia ella, no sabía que le pasaba, en eso entró afrodita quien venía a visitar a Hera y Reana. La diosa de la belleza aplicó una magia que dejó inconsciente a la humana, después de eso se dirigió a contarle a Zeus mientras Hera se quedaba a cuidarla.

Al poco rato Reana despertó, algo cansada y con dolor en todo el cuerpo- Madre, que ocurrió?- exclamo la joven en voz baja, como si no tuviese fuerzas para hablar.

    - tranquila cariño, todo estará bien no te esfuerces.- le dijo la mayor posando un beso en la frente de la azabache.

Zeus con una risa maliciosa ya savia exactamente cómo ayudar a la azabache, a pesar de que Hera iba a estar en desacuerdo. Al tercer dia Hera se encontraba cuidando a Reana, cuando el mayor de barbas blancas entro acompañado de alguien. La diosa volteó a verlos y puso una cara de pocos amigos, mientras que Reana ni siquiera levantó la mirada, estaba luchando contra algo dentro de ella que no sabía que era, ni por que la estaba destruyendo. Unas lágrimas salieron de los ojos de esmeralda de la joven, de repente sintió un cálido tacto en su mejilla, no necesita ver para saber de quien se trataba. Aún así levantó la vista para chocar con los ojos violetas de Hades quien le regalaba una cálida sonrisa.

Record of Ragnarok ( hades) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora