Las noches del boliche

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- Entonces, ¿Ya es oficial? - Casi grito Shanon al llegar a mi casa despues de la charla con Monty.

- Pues s...

- ¡Efectivamente! - Me cortó Steve, imitando mi voz - Ya se nota en el aire los corazones que vuelan hasta el cielo y llegan hast...

- ¡Steve! - Gritamos mi hermana y yo.

- Si, ya es oficial. - Me dijo Spencer, al que la noticia ya le había llegado gracias a Shanon - Hace un rato hable con el, ya sabes... pruebas de seguridad...

- ¡Spencer!

- Lo siento, ¿Bien?

- Además ya se conocían - Acotó mi hemana.

- Si, pero no como debería.

- Hay, Spencer...

* * *

Estabamos Monty y yo en el centro comercial, comiendo una hamburguesa en donde a el le gustaba.

En esa semana de relación solo hicimos cosas que a el le gustaban: Ir a ver sus partidos de baloncesto, (en el cual no era muy bueno), fuimos a ver a su familia, etc.

Pero no me molestaba, en absoluto.

Ya estaba acostumbrada.

A esas alturas estaba a menos de 5 meses para ir a la universidad, y quería pasar tiempo con cualquiera haciendo cualquier otra cosa que pensar que me alejaría de casa por aproximadamente 4 meses.

Mientras me distrajera de esos nervios, no me importaba a donde fuer..

- ¿En que piensas tanto? - Monty cortó mis pensamientos.

- En nada.

- Entonces, repetiré la pregunta...

¿Pregunta? ¿Me había dicho algo?

Necesitas vacaciones urgentemente.

Pero... ¡Si ya estoy de vacaciones!

- ...Venir hoy? - Terminó Monty.

Claramente no lo había escuchado, pero me obligué a responder.

- Si, si, claro.

- Genial, paso por tí a las ocho. ¿Te llevo?

¿A las ocho qué?

- Eh... Si, no quiero ir sola.

- Vamos entonces.

* * *

Cuando llegó la hora en que Monty me pasaría a buscar, no tenía idéa de que hibamos a hacer, pero igualmente me vestí lo bastante decente como para ir a donde fuéramos.

El llegó a las ocho, pero y media, no se porque.

¡Al final nunca te enteras de nada!

Al llegar al coche, me dijo que ibamos a buscar a Nel, (mi mejor amiga), antes de ir al boliche.

Así que ibamos a ir a un boliche, y a Monty no le gustaba el alcohol... Raro.

Pero iba Nel, así que lo de Monty importó poco.

Lo que si me pareció raro, es que ir al boliche los tres juntos se volvió algo casi obligatorio.

Ibamos todas las noches, menos los martes, que Monty tenía entrenamiento y Nel tenía que trabajar. Nunca me dijo donde, porque le daba pena, supuestamente porque era un lugar medio pobre.

¡Ni que yo no conozca la pobreza!

Y Monty se volvió mucho mas indiferente, casi no nos juntabamos, o apenas nos hablábamos, segun el decía, porque su entrenador quería ganar su próximo partido y les había alargado las clases.

Y así estuvieron por dos meses, cuando me enteré de la verdad: Nel no trabajaba, y Monty no estaba todo el día en el club.

La verdad era que Monty me había engañado con Nel.

Ella sabe que quiereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora