20 de noviembre, 2032
Caitlyn.Era bastante tarde en la noche, ya habían pasado dos horas desde las doce, pero la noche era todavía más joven a los ojos de Caleb. La había arrastrado a una fiesta que organizaban unos amigos suyos en la ciudad, a unas cuantas horas en auto a Eldridge. Nunca habría permitido que se quedaran hasta tan tarde, pero sería una pena arruinarle la fiesta. Nadie la conocía, y ella no conocía a nadie, y, de haber encontrado algún rostro familiar no lo habría reconocido por las luces de neón que cortaban la oscuridad como una espada.
Al principio pensó que sería una reunión de amigos, para tomar unas cervezas y luego irse, pero comenzó a llegar más gente, la habitación se hizo más oscura, y Caleb se volvió más distante. La música estaba tan alta que podía sentir la vibración en el suelo, y también incomodidad en los oídos. Se alegró de que el día que le esperaba más adelante era un sábado, no tendría que ir a clases, de lo contrario, se habría desmayado. Solo accedió a acompañarlo porque no tenía permiso para conducir, se lo habían quitado por conducir bajo los efectos del alcohol.
Caleb estaba lleno de vida, bailaba con sus amigos y entre paso y paso su copa contenía más bebida que en la anterior canción. Se encontraba en el centro de la pista de baile, donde la gente se reunía en círculos y se entregaba por completo a lo que el dj pusiera. Tuvo que afinar mucho la vista para localizar a su novio, lo vio dándole un pico en la boca a uno de sus colegas y abriéndole la boca a otro para recibir en sus labios una pastilla. Le hizo un guiño a Caitlyn cuando se percató que estaba siendo observado, la invitó a unírsele, ella se negó. Le gustaban las fiestas, pero no las que eran así de excesivas.
Se ponía nerviosa cuando Caleb recibía pastillas de extraños, sin siquiera preguntar, solo las tomaba. A caballo regalado no se le miran los dientes. Estaba mucho más tranquila cuando era quien le suministraba sus medicamentos en dosis apropiadas, pero se rehusaba a drogarse con él, lo que provocó que Caleb la tildara de aburrida. « Pasé de ser su niñera y ahora soy su camello. » Cierto era que tenían diferentes conceptos sobre qué era pasárselo bien, pero mentiría al negar que su comentario no la hirió un poco.
Cuando estaba rodeado de sus amigos y conocidos, Caleb parecía ser completamente pleno. Con la bebida, las drogas, la música, es como si no necesitara nada más. En aquel momento recordó la primera vez que coqueteó con ella, era otro chico, no era el mismo. Recordaba haberle dicho que no estaba buscando nada serio, pero pronto se convirtió en su novia, y en muchas otras cosas más. «
¿Habría cambiado algo si lo hubiera rechazado? ¿Estaría aquí, con otra pardilla ilusa que lo vería besarse con chicos y chicas sin inmutarse? » Ahora Caleb veía las cosas diferentes, cuando pasaran los efectos del alcohol de lo que sea que se estuviera metiendo, querrá arrojarse de un barranco, y ahí estaría ella para impedírselo. Por siempre quedaría atrapada en ese ciclo vicioso de alcohol, drogas, arrepentimiento y euforia.No vio a Caleb llegar, pero sintió sus manos frías, por la helada bebida que sujetaba. Le dio un beso los labios e intentó llevarla hacia la pista de baile. Del techo caía espuma como si fuera nieve, esponjosa y dulce al olfato. Las luces brillantes la cegaban, y no tardó en sentir el alcohol de los labios de su novio fundirse en su lengua.
—Quiero regresar a Eldridge —le dijo—, ¿podemos irnos?
—¿Qué dices? —intentó hablar por encima de la música—. No te oigo, está la música muy alta. ¿No es genial? Me encanta esta canción.
—Vámonos, ya es tarde. Nos quedan horas de regreso —lo llevó a una terraza cercana para hablar.
—Ni hablar, ahora se viene lo mejor.
—Caleb, estamos aquí desde las nueve y media. Tengo sueño y estoy cansada, quiero dormir.
—Vamos, nena. No seas aburrida —la arrinconó contra la pared y le sujetó el rostro—. ¿Tienes algo? Ya sabes, algún caramelo. Podemos tomarlo juntos.
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Killing van Thorpe.
Misterio / SuspensoCaitlyn es una joven aspirante a detective a quien le es concedida una beca de estudios en un internado de lujo después de haber desenmascarado y capturado al asesino serial Rafael de la Mira. Acostumbrándose a su nuevo ambiente, Caitlyn conocerá a...