LA LEY DEL CORAZÓN, pablo domínguez

01, La Novia Más Hermosa

Tercera Persona

Era la mañana y los abogados de la firma Cabal-Ortega-Domínguez estaban apenas llegando a trabajar. Los dos elevadores de abrieron revelando a los 8 profesionales que hoy habían llegado al mismo tiempo, cosa que raramente pasaba. Ellos son los abogados de familia Pablo Domínguez, María del Pilar Garcés, Catalina Mejía, Elías Rodriguez y Rosa Ferro. Después estaba también el abogado financiero Iván Estéfan y los dos abogados penalistas Nicolás Ortega y Alfredo Duperly.

Todos saludaron a las muchachas que se encargan de atender a los clientes y acompañarlos cuando hace falta y a la reina de la firma, Carmen, quien todos respetan y quieren. Pablo incluso le manda un beso.

Después de saludar a Carmen, todos se dirigieron a la sala de juntas; hoy tocada junta con el más experiente de todos los abogados de la firma, Hernando Cabal.

"Voy a repartir los nuevos casos que han llegado a la oficina." Hernando dice así que todo el mundo está devidamente sentado en la sala de juntas.

"Veo que ultimamente tenemos mucho trabajo. Eso habla muy bien de nosotros." Catalina dice contenta.

"Pero muy mal del matrimonio." Hernando afirma. "La mayoría de los casos son casos de divorcio. Dicen las estadísticas del gobierno que han aumentado en un 11% los casos de separación."

"Señores, es que el matrimonio está mal planteado." Nicolás, el mujeriego del grupo, dice.

"Es terrible. O sea, se está acabando el amor." Catalina, siendo la romántica de siempre, dice con preocupación.

"No. Es solo que el matrimonio está mal planteado." la más feminista de todos, María del Pilar dice, repitiendo lo que había dicho Nicolás.

"¿Estás de acuerdo conmigo?" Nico le pregunta a su compañera, intentando provocarla.

María del Pilar le hace cara de asco.

"De 100 parejas que se casan, 30 se divorcian." Hernando sigue con su información.
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El tribunal de Bogotá

"Su señoría, discúlpeme pero yo no tengo porqué mantener a un vago." La clienta de la contraparte, Inés, le dice al juez.

"Su señoría, quiero que tenga en cuenta que durante cuatro años el ex-esposo de mi clienta  no ha demostrado un interés real en conseguir un trabajo." el abogado de la contraparte dice.

Mariluz se levanta de su silla y prende su micrófono. "Eso no es preciso. Mi cliente renunció a la compañía para la cual estaba trabajando por un acuerdo al que llegó con la señora Inés hace algunos años y en el momento en el que él decide retomar su carrera profesional, resulta que ya tiene 46 años y en el mundo laboral de hoy en día conseguir un buen trabajo a esa edad no es muy fácil. Es bastante difícil incluso para una persona que está bien calificada como es el caso de mi cliente. Muchas gracias."

Con esto, Mariluz apaga el micrófono y se sienta de nuevo en su silla.

"Supongamos que yo le doy una pensión a él. ¿Qué va a hacer él? Se va a quedar en la casa viendo televisión, rascandose el ombligo. ¡Por favor, si yo lo conozco!" Inés le dice al juez.

"Eso es una mentira, Inés. Mira, tu has llegado laboralmente a donde has llegado porque eres una berraca. Pero también porque yo te apoyé y ahora que ya no me necesitas, entonces sí es un problema que yo me quede en la casa. No es justo." El cliente de Mariluz le dice a sh ex-esposa, mientras que la abogada revisa los papeles que tiene en frente.

"Resulta que es que ahora una se casa con un pobre mediocre y se separa de un pobre inútil. Linda la vida así." Inés dice enojada, haciendo que Mariluz la mire sin aprobación.
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