En Lugar Del Hijo, Tomaré Al Padre

Capítulo 16

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Aedis se rió y me dio otro caramelo redondo. Sin darme cuenta, me lo comí una vez más. Cuando sentí su sabor en mi lengua, mi expresión se transformó. Qué asco.

"Es tan malo pero sigues alimentándome. ¿Puedo escupirlo?"

"Los tomates son buenos para la salud".

"No me gustan los dulces con sabor a tomate azucarado".

A pesar de mis rotundas negativas, volvió a sumergir sus largos dedos en el tarro de caramelos. Nunca lo has probado antes, ¿verdad?

Actué rápidamente. Arrebatando el caramelo, inmediatamente se lo metí en la boca. Se lo comió obedientemente, su mandíbula se movió de una manera relajada mientras lo masticaba un poco antes de tirar el frasco de dulces por la ventana sin dudarlo.

Pero algún tipo desafortunado parecía haber sido golpeado por ella.

"¡Ack!"

"¡Capitán!"

Esas eran las voces de Vega y Prokeon.

......um, solo fingiré que no escuché eso.

Parecía karma por susurrar afuera de la puerta antes.

Continuando, Aedis no tiene un gusto extraño en la comida.

"Asqueroso, ¿verdad? Dame algo más.

Aedis sacó otro postre. Esta vez, era algo que se veía relativamente bien. Una orangette con piel empapada en miel y cubierta de chocolate.

Cuidadosamente mordí el final del desierto con alivio. Sabía normal.

Al verme engullir rápidamente el delicioso postre, Aedis sonrió feliz.

"Es bueno comer bien."

"Señor. Aedis, ¿te gustan los postres? Sigues trayéndome cosas dulces".

"No me disgustan".

Su simple respuesta me recordó mi pregunta sobre el café. Haaaa.

"Ya estamos casados, ¿por qué no somos más honestos el uno con el otro?".

"Mi esposa pide mucho".

Sonreí ante su inocente queja.

"Hagámonos preguntas unos a otros por turnos. No me mientas.

Golpeó el escritorio con los dedos.

"¿Puedo hacerte la primera pregunta?"

"¿Por qué no?"

Tan pronto como di mi consentimiento, se lanzó a la carga con una pregunta que me apuñaló justo en el corazón.

"Mi hijo tiene una personalidad desesperada, por lo que la gente normal normalmente no puede lidiar con él. Entonces, ¿cómo te las arreglaste para quitarle su espada?

"Bebí la sangre de una bestia".

"¿Es simplemente porque bebiste sangre?"

No pareció creerme. De vez en cuando, la gente comía la carne de una bestia, pero no podían obtener los beneficios que yo obtenía.

"Es sangre que recibí de la bestia con la que hice un contrato. Justo y cuadrado."

Por fin, su rostro mostró interés en mi respuesta.

"No sabía que estabas cerca de una bestia".

En realidad, no fue gran cosa. Antes que otras personas, noté que la bestia caminaba imitando a los humanos de una manera incómoda. Le dije que escapara porque si seguía viniendo aquí, sería cazado.