Capítulo 60

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"¡Por supuesto! Según lo que he averiguado, no tienes buena reputación en la ciudad capital. Aprovecharé esta oportunidad para informar al Gran Ducado de todos y cada uno de los detalles… euhk.”

Aedis agarró la barbilla del barón. De todos modos, su mandíbula no estaba rota, por lo que, según los estándares de Aedis, se podría decir que su agarre sobre él fue realmente ligero.

"Uf, uf..."

Aedis abrió lentamente la boca.

"Qué boca tan ligera".

"Khhhh..."

"¿Importaría si desaparece de tu cuerpo?"

Cuando Aedis comenzó a hablar, se reveló su impulso oculto.

La sangre emanaba de los ojos, la nariz y la boca del barón. Sein se había desmayado hacía mucho tiempo.

"¿Disculpa, Aedis?"

Aedis liberó al Barón a mi llamada.

"Los funcionarios que mencionaste, todos vienen aquí".

Fue un movimiento rápido, por decir lo menos. ¿Fue a través de un familiar?

El barón yacía despatarrado y no podía volver a levantarse ni cuidarse la cara ensangrentada.

Procyon y Pollux …

Los ojos que miraban a Aedis brillaban. Incluso Thuban parecía estar asombrado.

Haa. Con pesar bajé los ojos.

“¿Por qué no tengo relaciones así con los barones? Sería divertido si un tipo con el rango de conde viene hacia mí… bueno, estaba el Conde Elliot.”

Cuando le di la espalda, ignorando al Barón que se desmoronaba en oración, Agena, que regresó con el Barón, sonrió levemente.

“Puede ser difícil de creer, pero pase lo que pase, el Conde no renunciará a su lealtad a la Gran Duquesa. Como no lo haría con el Gran Duque.

“Oh, ¿lo estás llamando Conde? ¿No lo estás llamando hermano?

"No lo haré".

"Nunca."

No es necesario enfatizarlo tanto.

* * * 

Regresé a la mansión y tomé un respiro. Sarah, que reconoció lo que pedí, habló.

“La persona desaparecida que estabas buscando, dijeron que regresó esta mañana. De hecho, se había perdido después de entrar en el bosque, pero dijo que ni siquiera vio a la bestia. Estaba exhausto, pero dijo que no había ningún peligro para su vida. ¿Fue suerte?

"Podría ser... Sarah, tengo tanto sueño".

“Tienes que cenar y dormir”.

Negué con la cabeza.

“Una taza de té es suficiente. ¿Qué pasa con el barón?

“Él está siendo tratado”.

El Barón había aprobado la demolición del edificio para tratar de mantenerse con vida de alguna manera.

Llevó al sobrino de su prima, el dueño del edificio, se arrodilló y se disculpó.

Por supuesto, nada cambió.

Los funcionarios del Gran Ducado, que mañana llegarán a la hacienda de Rosa, ya estaban listos para desarraigar al barón.

Aedis podría enterrarlo en el suelo tal como está, pero así es mejor, ¿no?

En Lugar Del  Hijo, Tomaré Al PadreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora