En Lugar Del Hijo, Tomaré Al Padre

Capítulo 73

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Después de todo, Aedis solo había comenzado a hablar de divorciarse porque descubrí su secreto.

"¡Su gracia!"

Regen llegó mientras yo luchaba por moverme de la silla a la cama y de la cama al baño.

Sin embargo, estaba un poco confundida porque no se suponía que Regen estuviera inactivo en este momento.

"¿Mi señor? ¿No es hora de clase en este momento?

No podía dejar de sollozar y sus ojos estaban teñidos de rojo.

"Lo lamento. Todo es mi culpa."

"¿Qué?"

"Yo, yo rompí el sello..."

No sé qué bastardo estaba difundiendo rumores de que estaba enfermo porque había firmado un contrato con el espíritu, pero tendré que intentar atraparlos.

Le ordené a Sarah y a la jefa de limpieza que disiparan los rumores, pero fue en vano.

"No estoy realmente enfermo por eso".

Levanté mi mano para acariciar el cabello de Regen, luego me detuve.

Regen, que sollozaba y lloraba, parecía superponerse con la imagen de Aedis de mi sueño.

Esos ojos vacíos que no podían expresar ninguna emoción no saldrían de mi mente.

"…Señor."

Sintiendo como si mi pecho estuviera arañado con un gancho, le sonreí a Regen.

“Estoy bien, así que por favor no estés triste. Ver al Señor afligido me duele el corazón”.

"Su gracia…?"

"Estoy realmente bien".

Estaba hablando con Regen, pero era como si me estuviera haciendo una promesa a mí mismo.

Le pedí a Regen que regresara y me puse el abrigo.

"Puaj. Sarah, ven y ayúdame a levantarme.

Mientras me apoyaba, el rostro de Sarah se llenó de preocupación.

Además de Aedis, Sarah era la única que sabía la verdadera razón por la que estaba enfermo.

"¿Puedes caminar?"

“Va a ser difícil encontrar a mi esposo. ¿Ya has descubierto dónde está Aedis?

“El mayordomo dijo que ni siquiera está en el estudio”.

El rango de acción habitual de Aedis era tan estrecho que podía imaginar todos sus lugares habituales en mi cabeza. Pero tan pronto como me desperté, desapareció y no se ha vuelto a ver desde entonces.

Además, el castillo estaba lleno de gente en este momento.

Mientras bajaba lentamente los escalones, agarré a una criada que encontré y le pregunté.

"¿Qué está sucediendo?"

“Se dice que el campo de entrenamiento fue destruido en un accidente. Los caballeros también resultaron heridos.

"¿Accidente?"

"Eso es lo que dijo el ex Caballero Comandante..."

Había un indicio de problemas en las palabras de la criada.

Miré a Sarah.

"Sarah, deberías ir a verlo también".

"Pero…."