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Taehyun tuvo que aprender a caminar.

SeungYoon le sonrió con orgullo al ver como daba unos pasos, titubeante, siendo sostenido por unas muletas, mientras Taeyeon frotaba sus ojos para alejar las lágrimas que querían escapar. Su bebé llevaba ya cinco meses en el hospital, y dentro de unos días, esperaba que le dieran el alta para llevárselo a su casa. Con ellos, donde siempre debía estar.

El kinesiólogo también esbozó una sonrisa cuando Tae se sentó en la cama, cansado a pesar de haber caminado sólo por su habitación. Sin embargo, ya era un gran avance, considerando que todos esos años estuvo, en su mayoría, sentado. Sus piernas eran débiles y todos lo tenían que llevar en brazos, o en su defecto, arrastrarse, para ir a algún lado.

Se tensó automáticamente cuando el hombre comenzó a masajear sus piernas, relajándose segundos después al notar que no era un toque perverso. Pasados unos minutos, y luego de darles algunas indicaciones a sus padres, se marchó, quedando sólo los tres.

Taeyeon se sentó al lado de Taehyun, que acercó su cuadernito de caligrafía con el que estaba aprendiendo a escribir. El último mes el muchacho demostró tener un aprendizaje veloz, pero por sobre todo, que estaba interesado en comprender lo que ocurría a su alrededor.

—La lección de hoy... —dijo Taeyeon con voz pausada, hablando también en lenguaje sordomudo—, es formar oraciones completas, Taehyun.

Taehyun la observó con ojos enormes, parpadeando inocentemente, y ella quería abrazarlo y no soltarlo nunca más.

¿Cómo era posible que le hubieran hecho tanto daño a su angelito?

—La primera oración es... —agregó SeungYoon, sonriendo mientras sacaba un caramelo de su bolsillo, viendo como la expresión de Tae se iluminaba—, "mamá y papá me quieren mucho". Si la escribes bien, entonces te lo daré.

Taeyeon sonrió, escribiéndole la frase a Taehyun en una hoja en blanco, mostrándosela brevemente para que la leyera, y segundos después, comenzó a replicarla.

Sus letras eran torpes, temblorosas, poco estéticas y apenas entendibles, escribiendo con esfuerzo, deteniéndose varios segundos para pensar bien en hilar la oración como correspondía, y una vez la tuvo lista, se las mostró.

Ambos estaban felices al ver que Taehyun no se equivocó, y SeungYoon le entregó el caramelo, que no dudó en llevárselo a la boca. Lo degustó varios segundos antes de mirarlos.

Su dedo índice fue a la frase, señalando una palabra: mamá. Un instante después, apuntó a Taeyeon, con duda en su expresión, pero la mujer asintió.

Después fue a otra palabra: papá. Y como hizo anteriormente, señaló ahora a SeungYoon, que hizo un gesto de aprobación.

Chupó el caramelo otros segundos antes de tragárselo, yendo al cuadernito para escribir algo.

"Yo soy Taehyun. Mamá y papá quieren a Taehyun".

Taeyeon se arriesgó y le revolvió el cabello al niño, que se quedó quieto un instante antes de mirarla con una sonrisa tímida.

"Sí", escribió SeungYoon, "te amamos por siempre".

Taehyun sonrió ampliamente.

Hubo un instante de cómodo silencio en el que Taehyun estuvo pensando, en tanto Taeyeon le anotaba una siguiente frase, entonces–

Entonces pasó.

—Mamá —susurró Taehyun.

Taeyeon se quedó quieta, con su rostro congelado. SeungYoon dejó de rebuscar el caramelo.

Muñequito de porcelanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora