Park Minjoon es el CEO de una prestigiosa marca de ropa, cuando su enfermedad avanza, se ve obligado a decidir cuál de sus nietos será el heredero.
Park Jongseong, hombre perfecto que podría manejar la empresa sin problemas.
O Park Sunghoon, quien e...
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—Vamos, Jakey. —Esta vez salieron juntos de Courante, directo al auto que los desplazaría esa noche.
El conductor encendió el mando a distancia, sacando el seguro del auto. Jaeyun, aunque no lo admitiría en voz alta, estaba muy orgulloso, nunca había logrado reaccionar positivamente ante la atención; al menos no que recuerde.
El hombre se adelantó y abrió la puerta para él, Jake - aún algo distraído- subió, el olor a cuero y algo más llenaba la pequeña y lujosa cabina.
—¿Te sientes bien? —preguntó Sunghoon una vez a su lado.
—¡Qué va! Hasta siento que superé mis humildes expectativas. —Sim se encogió de hombros con una sonrisa hacia abajo. El peliblanco lo miró incrédulo y risotadas brotaron de su garganta.
—Si vas a alardear, tienes que aprender a hacerlo bien. Sonar verosímil. —Jaeyun se carcajeó aún con muy buen humor y alzó la cabeza capturando el varonil y agradable aroma qué despendría el más alto.
—Cinturones —El conductor aprovechó para recordar y ambos chicos obedecieron, poniendo en marcha el Audi Q5.
—¿Iremos ya a tu casa?
—Nuestra. —Corrigió Park de inmediato. —¿Y perder la oportunidad de consentirte? —Sunghoon apuntó el brillante reloj en su muñeca, señalando la hora. —Aún es temprano y no sé si estoy exagerando, pero parece ser un gran logro para ti el haber logrado seguir el plan a la perfección de la entrevista; y si lo es para ti, lo es para mí también... Si no lo es para ti, para mí lo sigue siendo.
Jake bajó la cabeza algo apenado, sentía calidez por las palabras dichas, aunque también sentía vergüenza por todo lo que monetaria y sentimentalmente estaba dando el chico por él.
—Hacia la boutique, por favor. —El guardaespaldas asintió ante la amable orden del heredero.
Sim sabe que es merecedor de ello, sabe que puede ser premiado por sus logros o incluso sin ellos; pero Jaeyun ha pasado por un periodo difícil al enfrentarse a la vida independiente en otro país, y de forma inevitable, tiene como reacción el sentir culpa por gastos mayores, aunque para Sunghoon sea como comprar una golosina.
Park se dio cuenta de la reacción, estiró una mano y tomó la de Jake entre las suyas, dándole un pequeño apretón, suspiró y habló.
—Debes saber esto, Jaeyun —El aludido levantó la cabeza y apretó la mano de vuelta. —soy una persona perfeccionista, demasiado, en ocasiones... también suelo hablar mucho sobre mis planes a futuro, y soy algo terco; pero me gusta que así como yo trabajo para alcanzar mis metas, también hacer todo para que el resto logré las suyas... —El rubio miró al peliblanco mientras hablaba— Debes saber que quizás muchas veces te diré cosas que suenen como si alardeara y deseara hacerte sentir menos que yo.
~No lo haré porque quiera cambiarte o me desagrades, para nada, tampoco lo haré si tú no lo quieres; pero, tomando en cuenta la cantidad de tiempo que estaremos viviendo juntos y serás parte de la familia Park, podríamos trabajar en que puedas desenvolverte mejor con desconocidos y no temas a que las miradas se posen en ti.
