Park Minjoon es el CEO de una prestigiosa marca de ropa, cuando su enfermedad avanza, se ve obligado a decidir cuál de sus nietos será el heredero.
Park Jongseong, hombre perfecto que podría manejar la empresa sin problemas.
O Park Sunghoon, quien e...
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El aire en la ducha es bastante sofocante, pero eso no molesta a ninguno de los dos.
—Entonces, ¿no te arrepientes de lo de anoche? ―Pregunta Jaeyun mientras Sunghoon cierra la puerta detrás de ellos, Jake deja descansar su espalda en las resbalosas baldosas de la ducha, el olor a jabón cítrico es fuerte. ― ¿Ni un poco? ―duda con voz ronca.
―Más que arrepentirme, lo quiero repetir ― murmura Sunghoon mientras se da vuelta y ve a Sim desnudo, con el agua deslizándose por sus hombros, difuminando el tatuaje en el mismo.
Jake no nota cómo comienza a respirar con la boca, Sunghoon siendo incapaz de desviar su mirada depredadora de la parte inferior del cuerpo de Jake. La parte dura y venosa. Es incluso más grande de lo que esperaba.
Sim puede sentir su líquido preseminal extendiéndose lentamente por toda la cabeza de su pene. La comisura del labio de Park se contrae ante tal visión. Sin decir una sola palabra, se acerca, a escasos centímetros de sus cuerpos, y, habiendo puesto sus manos sobre los anchos hombros, presiona sus labios contra los de Sim.
Los labios de Jake son tan húmedos y pomposos, dignos de un besador apasionado como él. Jake inclina ligeramente la cabeza, cediendo a los besos que le hacen contener la respiración. Su corazón late tan rápido que puede sentir las pulsaciones en sus sienes. Sin embargo, pierde el ritmo una vez que siente los peculiarmente filosos colmillos de Sunghoon lastimar sus labios, Jake sabe que eso le dejará marcas, pero no puede importarle menos.
Jaeyun deja escapar un gemido ahogado cuando exactamente en el mismo momento siente unos dedos delgados tocar su carne caliente, palpitante y dura.
¿Quién hubiera pensado que un solo toque podría provocar tantas sensaciones diferentes en un cuerpo? Las piernas de Jaeyun tiemblan más que cualquier otra parte. Toda su sangre parece concentrarse en el área debajo de su abdomen.
La piel pálida se ensucia ligeramente con el líquido preseminal.
Jake respira pesadamente mientras Sunghoon se retira, todavía moviendo suave y provocativamente la punta de su dedo desde la cabeza mojada hasta los testículos. Su toque apenas se puede sentir. Parece que Jake está parado ante las puertas abiertas del cielo, pero no puede atravesarlas, condenado a disfrutar sólo del eco del placer puro y a no experimentarlo en su plenitud. Y eso es lo que hace que su placer sea insoportable.
Jaeyun pone sus manos en las caderas de Sunghoon, agarrándolas lo suficientemente fuerte como para dejar accidentalmente marcas rojas en la sensible piel blanca, y lo acerca lo suficiente para besarlo nuevamente, pero no lo consigue, pues Sunghoon se ha movido.
El heredero Park se ha arrodillado ante él.
Y mirando hacia arriba, sonríe ante el rostro de Jaeyun, que se congela de sorpresa al igual que todo su cuerpo.
En cualquier otra circunstancia, Sunghoon encontraría su posición ahora humillante y vergonzosa. Pero en este preciso momento, parece disfrutarlo. Porque sabe que él es quien tiene el control de la situación.
