33 - Dominio

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Jake se encontraba sentado en la esquina de la cama, sumido en la penumbra de la habitación, mientras se desmaquillaba con gestos precisos y meticulosos

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Jake se encontraba sentado en la esquina de la cama, sumido en la penumbra de la habitación, mientras se desmaquillaba con gestos precisos y meticulosos. Cada pasada de algodón sobre su rostro parecía disipar un poco más la tensión acumulada durante el día. El reflejo de la débil luz de la lámpara le confería un aura etérea, como si estuviera despojándose no solo del maquillaje, sino también de las preocupaciones que lo habían acosado.

En ese momento, la puerta se abrió con suavidad y Sunghoon entró en la habitación, sosteniendo dos vasos de vodka en sus manos. Su presencia trajo consigo una mezcla de alivio y anticipación. Sin decir una palabra, se acercó a Jake y le ofreció uno de los vasos, su mano cálida posándose reconfortantemente en su espalda.

—¿Has conseguido librarte de Tetsu? —preguntó Sunghoon, su voz resonando con un tono de curiosidad y complicidad. Jake asintió con la cabeza, tal vez demasiado alegremente, y llevó el vaso a sus labios, dejando que el líquido ámbar quemara su garganta y aliviara su tensión. —¿Por qué estás tan alegre?

Al girarse para enfrentarse a Sunghoon, Jake se sintió atraído por la cercanía del otro, su cuerpo instintivamente buscando el contacto con el suyo. Desde su posición sentada, la camisa medio abierta de Sunghoon dejaba entrever sus abdominales, captando la atención de Jake. Después, se puso de pie y hundió la nariz en el cuello de Sunghoon, inhalando el aroma de su colonia con avidez, sintiendo un cosquilleo de anticipación recorrer su piel.

—Porque quiero que me folles —susurró Jake, dejando que las palabras salieran con una confianza que lo sorprendió incluso a él mismo. Había estado deseando expresar sus deseos abiertamente, liberándose de las inhibiciones que lo habían retenido durante tanto tiempo.

La reacción de Sunghoon no se hizo esperar. Se separó de Jake, buscando su rostro con una mirada sorprendida y luego entrecerrando los ojos en un gesto de evaluación. Jake, sin embargo, no vaciló, sosteniendo la mirada de Sunghoon con determinación.

—¿Cuánto has bebido? — Inquirió Sunghoon con una nota de sospecha en su voz.

Jake puso los ojos en blanco y frunció los labios, exhalando un aliento impregnado con el ligero aroma del vodka. —Lo justo para decirte que necesito que me penetres —respondió, desafiante.

El contacto de sus cuerpos fue instantáneo, con Jake siendo arrastrado hacia la columna más cercana por la embestida apasionada de Sunghoon. Una oleada de placer recorrió el cuerpo de Jake, inundándolo con una sensación de alivio y liberación. Por fin, Sunghoon lo besaba con la misma intensidad y deseo que él había anhelado, y Jake se dejó llevar por el torrente de sensaciones que lo envolvía.

Los labios de Sunghoon descendieron por su cuello, dejando una estela de besos y mordiscos que avivaron aún más el fuego que ardía en el pecho de Jake. Su mente se nubló con el calor del deseo, concentrándose únicamente en el placer que brotaba de cada caricia y cada roce.

𝐑𝐨𝐨𝐦𝐢𝐞𝐬 𝐨𝐫 𝐁𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝𝐬? | JakeHoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora