Han sido amigos desde niños, conocen sus miedos y sueños. El lazo entre ambos creció con el tiempo hasta que lo inevitable sucedió y una se enamoró del otro.
Conforme un importante evento se acerca, el miedo de perderlo para siempre se vuelve más fu...
Era un día muy agradable, la luz se colaba entre las copas de los árboles que se mecían con el viento dejando la temperatura fresca; el parque no estaba tan lleno a esa hora, así que era otro punto para la tranquilidad. Además, el pequeño claro entre los arbustos seguía estando apartado, lo que le daba un poco más de privacidad; después de todo, ese siempre fue su lugar secreto cuando eran niños.
México y Perú se hallaban recostados sobre el césped, invertidos, de tal forma que sus cabezas estuvieran más cerca. Disfrutaban de un picnic improvisado con las cosas que compraron en el camino, escuchando sus canciones favoritas por turnos y en ese momento debatían sobre las dedicatorias. —¡Ay escúchame oe! Si de por sí la música es suave y le añades que habla de puro amor, se ve hasta forzado. —¿Y qué tiene? Igual se dedican canciones de desamor, a veces hasta con venganza incluida. —¡No es lo mismo! Ahí el daño ya está hecho pe. —¡Y acá estás expresando tus sentimientos! Nomás tienes que elegir bien la canción —replicó México, alzando el brazo y trazando un letrero imaginario—. Por ejemplo, si es la segunda cita y la rola habla de matrimonio e hijos, de intenso no te bajan. —Es un punto válido, pero te fuiste al extremo. —¡Nada! Es un punto para mí y mis canciones románticas. —Son cursis pe.
El tricolor bajó el brazo y giró el cuello en su dirección mirándole con reproche, a lo que la pelirroja sonrió con malicia. Era su novio, sí, pero eso no cambiaba el que le gustara molestarlo; por suerte era algo que él sabía bien, así que lejos de tomárselo a pecho fue a reproducir una canción en el celular compartido. Por supuesto, tenía que ser una de sus favoritas. El suave rasgueo de guitarra comenzó a llenar sus oídos. —Dime si esto es o no romanticón. Además, te deleitaré con mi dulce voz~ —Fue...
Ambos sonreían, esperando a que llegara la primera estrofa. El mexicano movía su pie con el ritmo. —Para qué buscar perfectos si son los defectos que me despiertan, que no vi llegar. ¿Qué será? ¿Qué siento? Si es amor, lo siento —se giró para mirarle, encogiéndose de hombros—. ¿Para qué te miento? Es de tiempo atrás~
Perú rodó los ojos, aunque antes de que el otro pudiera continuar, ella tomó el micrófono imaginario: —No pensé en la espera ni en las consecuencias, me dejé llevar uohhhh~ Le vio de reojo, arqueando una ceja. —Cursi. —Romántico. Rieron por lo bajo, antes de cruzar miradas de nuevo. —Sólo te pido... —Quédate conmigo~
Se levantaron un poco hasta unir sus labios en un beso tranquilo. Al recostarse de nuevo México bajó el volumen, dejando la canción de fondo y sonrió con burla. —Me dices cursi, pero bien que te la sabes. Eso significa que eres igual de azucarera, mielosa. —Aea si tanto insistes, la meteré en las peticiones del día. —La programas al mediodía, a esa hora tengo mi descanso —bromeó el tricolor, aunque pasados unos segundos hizo un puchero—. Mi descanso de fotografiar a un montón de desconocidos en lugares públicos.
Perú estiró su brazo más cercano para masajear los cabellos blancos con cariño. —No es tan malo. Después te tocará cubrir la edición especial. —Eso sí. Tengo muchas ideas en mente~ —Cuenta pe. El mexicano alargó su brazo y se giró levemente, tomando la mano en su cabeza; tras besar el dorso, la sostuvo con gentileza. —Tal vez después... Primero quiero hacer esto oficial.
Luego de decirlo, liberó la mano de la peruana para recoger el objeto que yacía a su costado. Cuando lo alzó a la vista de ambos, ella sonrió: se trataba de la cámara profesional del mexicano. Si bien era cierto que tenían fotos juntos, todas pertenecían al pasado, cuando sólo eran amigos; hasta ahora, la cámara no había capturado el momento que marcaba el cambio. Para otros sería un aspecto irrelevante, dirían que de cualquier forma estaban los celulares, mas Perú sabía la importancia que esto tenía para México. Por ello, asintió con una dulce sonrisa. —Será un honor.
El mexicano retiró la tapa del lente e hizo los ajustes necesarios, antes de alzar la cámara de nuevo, enfocándolos. —¿A la cuenta de tres?
Ambos se acomodaron sobre el césped, sendas sonrisas iluminando sus rostros. Ese íntimo momento era suyo como lo fueron otros antes, durante la infancia, durante la tragedia y el dolor; como lo fueron mientras sus vidas tomaban un rumbo e importantes decisiones debieron tomarse. El momento era suyo como un baile de noche, en medio del salón y rodeados de luces donde nada más existía.
—Una... —Dos...
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Ahora sí que es el final de esta historia.
Muchísimas gracias a todos!! Por sus lecturas, votos y bonitos comentarios (ﾉ◕ヮ◕)ﾉ*:･ﾟ✧
También, un agradecimiento especial a Maxboniett por las dos partes de este hermoso dibujo!! (づ￣ ³￣)づ ♥ (ya no podía esperar para enseñar éste último xD). Recuerden que podrán encontrarlo también en sus redes y en mi Instagram: fireangel4848
Oh, por cierto! La rolita que cantaban Mex y Perú se llama "Quédate Conmigo", de Jesús Navarro.
