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-Banco-

Wanda

Llegamos a casa después de estar de edificio en edificio, había sido un día maravilloso para los dos—Oye... Voy a salir a coger una cosa que se me olvidó en mi casa, vuelvo enseguida.

—Mientras tanto cocinaré algo, ten cuidado—Lo último me salió sin pensarlo, ¿Ahora me preocupaba por él?

—Tranquila, estaré bien.

Después de que se marchara, no tenía ni la más mínima idea de que hacer para la cena, ¿Qué le gustaría a Peter?, Rebusqué en absolutamente todos los armarios, buscando una idea de lo que cocinar, pero al final opté por lo sencillo... Una pizza.

La saqué del congelador y la metí al horno, seguro cuando él vuelva, la pizza seguiría en el horno, ¿Y si hacíamos una noche de pelis?, Fui a por mantas calentitas y a preparar el salón para cuando él llegara, pero no lo hizo, pasó una media hora larga y la pizza ya estaba puesta en la mesa.

¿Dónde estaba él?

No quise alterarme, lo más probable es que se haya quedado hablando con May o se habría encontrado a alguien en la calle o yo que se que.

Fue cuando paso una hora y no sabía nada sobre él y ahí fue cuando empecé a preocuparme, quería llamarle pero a lo mejor pensaría que soy una maldita desesperada, pero me preocupaba que le hubiera pasado algo grave, incluso se me quitó el hambre, ¿Debía llamarle?

Decidí esperar un cuarto de hora más y nada, no volvía, entonces comencé a llamar, una, dos, tres, cuatro, así hasta llegar a dieciséis llamadas, comencé a dar vueltas por la sala sin saber qué era lo que tenía que hacer, ¿Me estaba volviendo una paranoica? Sí, encendí la tele para olvidarme un poco del tema pero lo que ví, fue la gota que colmó el vaso.

Ahí estaba él, peleando contra un grupo de ladrones en un banco, la noticia era lo que habían conseguido grabar unas cámaras de seguridad de la zona, mi cuerpo se estremeció al ver las grandes y peculiares armas que llevaban y fue cuando uno de ellos disparó una gran onda láser, cerré los ojos con fuerza y apagué la televisión sin fuerzas para seguir viendo.

Me puse los zapatos lo más rápido que pude, busqué una chaqueta en mi armario y me dispuse a salir por la puerta pero me choqué con alguien.

—¿Wanda?—El alma me regresó al cuerpo al verle frente a mí, un tanto herido pero de pie.

—Pensé que te perdía—Le abracé sin previo aviso, tomándole por sorpresa pero finalmente, correspondió a mi abrazo.

—Lo siento mucho...—Se disculpó mientras entraba a la casa, cerrando la puerta tras de él.

—Te llamé dieciséis veces, se que estabas peleando, lo entiendo, pero estuve muy preocupada por lo que podría haberte sucedido.

—Estoy bien...

—¿Y que es por lo que fuiste a tu casa?—Bajó levemente la cabeza y lo supe, ¿Me había mentido?, Empecé a negar repetidas veces, incrédula ante su reacción.

—¿Lo sabías y no me contaste nada?, Estuve una hora con el corazón en un puño, sin saber que te había ocurrido.

—No quería preocuparte...

—Que gran manera de hacerlo, estaba por salir a buscarte, aunque no conozco de nada este barrio pero estaba dispuesta a recorrerlo por ayudarte—Confesé y Peter se acercó a mí, abrazándome, me apoyé en su pecho y no quería separarme—Creí que te perdía.

—Siempre estaré aquí, brujita.

—Si vas a ir a una misión o lo que sea, avísame o simplemente déjame acompañarte—Rogué mientras le miraba a los ojos.

•Lost on you• [Spiderwitch]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora