Sesshoumaru estaba acorralado, las balas llovían sobre el taxi que usaba de escudo, la primera rozó su pierna derecha, fue la que lo alertó del peligro. Una más en el hombro impactó reabriendo su vieja herida. Fue cuando se puso tras el auto, sin mucho éxito. El conductor del vehículo había corrido con menor suerte y ya se encontraba muerto al volante.
No es como si no estuviera listo para morir, todo el tiempo parecía buena hora para que terminara su viaje y su cacería, él sabía que un día iba a morir, muy joven con seguridad. Pues no ha hecho otra cosa que dar muerte a sus enemigos, era sólo cuestión de tiempo para morir a manos de alguno. Había sido descuidado últimamente. Se ha dejado ver como humano rondando, haciéndose notar de más. Había declarado la guerra como bestia y como hombre a su enemigo y lo había alertado del peligro. Y claro, Naraku no iba a quedarse de brazos cruzados esperando que el tigre diera el zarpazo final. Era obvio entonces que Sesshoumaru había bajado demasiado la guardia, había dejado de escuchar sus instintos primarios, y ahora, ahora era rodeado y acribillado.
“No me importa morir, dije que dedicaría mis años de vida a cazar al hombre y cobrar mi venganza, no es que no haya hecho nada bueno por el clan y por otros oprimidos por la raza humana, podría irme en paz. Estaba listo para morir cualquier día, tanto más me daba un jueves o un viernes. ¿Qué es un Lunes para nosotros? No tiene significado, me es insignificante. ¿Qué día es hoy? Es Lunes” pensaba mirando al cielo, falto de azul, falto de vida. Sobrado de gris, sobrado de humanos.
“Y entonces ¿qué es esta opresión en mi pecho? ¿Qué me retiene a este lugar? ¿Por qué debía ser descuidado? ¿Por qué no maté a Naraku cuando tuve oportunidad? Todo este descuido imperdonable ¿por una sola persona? ¿Qué haría Inuyasha si te viera muerto? Lloraría…. Lloraría lágrimas amargas llenas de tristeza y zozobra. Se lamentaría, le dolería el corazón, sufriría. Vería un helado y lloraría. Iría al lago y lloraría. Vería a mis hermanos los tigres y su corazón se detendría. No quiero que Inuyasha sufra por mi culpa. Los sentimientos humanos en mi corazón me volvieron débil e inservible. De no tenerlos no habría fallado en mi objetivo. No habría desviado mi camino. Pero ¿Por qué debo sentir como humano? Lo odio. Siempre fui diferente ¿no?”
Sesshoumaru recuerda su vida. “Tú naciste humano”, dijo su madre sonriéndole cuando se quejaba de que los demás tigrillos le huían. ¿Por qué había nacido humano? Porque ella era humana cuando lo parió. “Pensamos que serías un humano normal” dijo su padre. El día que Sesshoumaru, recién nacido y después de estornudar, le aparecieron las marcas de sus rayas purpuras por la piel rosada de bebito. “Eras un lindo cachorro peludo y blanco, como la nieve” Agregó su mamá cuando el pequeño se transformaba de humano a tigre a cada rato. “No podíamos tenerte cerca de los humanos y tuvimos que vivir en la fría Siberia con los demás del clan. Debíamos protegerte, así que dejamos toda nuestra vida humana, lo vendimos todo y compramos las tierras para la reserva” Dijo su madre al pequeño cuando pidió respuestas.
“¿Por qué yo? ¿Por qué no pude ser sólo una cosa? Cuando era pequeño tanto más me daba una u otra. Si necesitaba hacer algo, las manos me eran útiles; si quería cazar algo, las garras lo eran. No me parecía una desventaja ser de esta manera. Los tigres que quisieran probarme como tigre, yo los encaraba; al principio sufrí, fui derrotado y herido, pero aprendí, quizás por mi mente humana lo hice. Quizás esa era mi ventaja con ellos. Igualmente, sólo conocía el mundo en la reserva. Mis padres no se molestaron en criarme como un humano normal. Cuando crezcas un poco. Eso dijeron, pero no hubo oportunidad.”
Comenzó a llover, se escuchaban los balazos, el huía de ellas, usando lo mejor que podía aquel auto como escudo.No usaba armas, era un sonido que aborrecía. Le recordaba lo que las armas humanas le arrebataron al año de nacido. Un año de tigre, unos cinco años humanos.
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Animal Instinct: atracción letal.
FanfictionLas más inexplicables e increíbles desapariciones de animales en el zoológico de Tokio tienen preocupada a la policía local, más extraño será cuando la llegada de un misterioso hombre extranjero acabe por ser el mayor descubrimiento de uno de los...