Jeon Jungkook.
Intento llamar a Lisa pero de nuevo la operadora me manda directo a buzón.
Es la tercera vez que lo hace, ¿Está ocupada? Dijo que hoy no tenía trabajo y se quedaría en la casa.
Lalisa y yo vivimos juntos desde hace dos años, ambos trabajamos en diferentes lugares, yo en la empresa de mis padres y ella en su estudio de baile por lo que la mayoría de días en semanas laborales nos vemos en la noche y conversamos un rato para después cenar e ir a la cama.
Pero ya que hoy ella no tenía trabajo y se iba a quedar en la casa, fuí a la empresa a buscar unos papeles y vine rápido para darle una sorpresa.
Quiero llevarla a el parque de diversiones y luego a una cena.
Sería como una cita, tenemos más de un mes sin salir a una, así que creo que aparte de ser necesario, le gustará.
Conozco a mi Lili, es una romántica empedernida aunque no lo demuestre. Le gusta que la conquisté todos los días ¿Qué mejor plan de conquista que una cita como si fuéramos adolescentes?
Niego con la cabeza y abro la puerta de la casa.
Miro a mi alrededor y no veo una sola señal de que Lisa este aquí abajo, supongo que está en la habitación en el piso de arriba.
Me quitó mi abrigo y dejo mi portafolio en la mesa del comedor.
Si Lisa ve que deje el portafolio ahí, me matará, odia que deje cosas sobre la mesa que no deberían ir ahí.
"Es de mal gusto, podría decir que es hasta asqueroso, pondrás algo que tiene gérmenes de la calle, en dónde pones un plato de comida".
Recuerdo su voz reprendiendome y miro el portafolio.
¿Debería quitarlo de ahí?
Luego de pensarlo unos segundos me decido por quitarlo, no quiero que Lisa se enoje el día que le tengo preparada una cita.
Extiendo mi mano para quitarlo pero está se congela en medio camino al escuchar un ruido proveniente de arriba.
Mi corazón comienza a latir con incertidumbre.
¿Eso fué un...?
— Ah, sí ¡Sí, justo así! —vuelvo a escuchar y mis ojos se abren tanto que temo que salgan de mis cuencas.
Son gemidos. Son gemidos de Lalisa.
¿Acaso ella está allá arriba con alguien más? ¿espero a que me fuera al trabajo para meter a un amante a nuestra casa? ¿a nuestra cama?
Suelto un suspiro molesto y dando rápidas zancadas me dirijo a la escalera dónde comienzo a subirlas con rapidez.
No puedo creer que esto me esté pasando.
Mientras más me acerco a nuestra habitación, más fuerte se hacen los gemidos de Lisa.
Aprieto mis puños con fuerza y cierro los ojos antes de abrir la puerta.
— Más, más rápido...
Abro la puerta por completo esperando ver a mi novia con su amante.
Pero la imagen es un poco diferente a lo que me esperaba.
Lisa está recostada sobre nuestra cama con los ojos cerrados y su piel sudada, sin brassier y con una braga, una de sus manos está metida dentro de la braga haciendo movimientos frenéticos en un centro mientras la otra descansa en su seno izquierdo.
Arquea un poco su espalda y sus largas piernas desnudas suben un poco. Nunca había visto una imagen tan erótica cómo está.
Mis manos pican por tocarla. Necesito tocarla.
— ¿Lisa? —consigo decir luego de unos segundos deleitándome de la divina imagen de mi novia dándose placer.
Ella gira su cara y me mira sorprendida.
— ¿Jungkook? —dice y notó como los movimientos de su mano dentro de su braga se hacen más fuerte— Jungkook... —suspira mientras me ve fijamente.
— Dios, Manobal —murmuro y comienzo a quitarme la ropa.
— Por favor Kookie, ayúdame a acabar.
Ese día descubrí que el único amante de Lalisa cuando no estoy con ella, son sus dedos.