El simple hecho de despertar fue una tortura para Mike. Su mente estaba envuelta en una neblina densa, su cuerpo pesado, y el mareo lo dejaba desorientado. Todo a su alrededor parecía distorsionado, como si la realidad misma se retorciera. Forzando a sus ojos a enfocarse, logró distinguir su entorno, aunque hubiera preferido no hacerlo.
Oh no.
Ese lugar... ese maldito lugar. El aire viciado, el zumbido de las máquinas, los dispositivos que lo rodeaban, todo le resultaba tan familiar, demasiado familiar. No recordaba exactamente la última vez que había estado allí, pero el simple hecho de volver a sentir la frialdad de esa atmósfera era suficiente para que un escalofrío recorriera su cuerpo.
—¡No te tengo miedo! —gritó con valentía. O al menos intentó que sonara valiente. Sin embargo, el temblor en su voz lo traicionaba. El miedo lo invadía, y "valiente" era lo último que se sentía en ese momento. Su corazón latía con fuerza en su pecho, cada golpe resonando en sus oídos.
Una risa áspera y burlona llenó el espacio, amplificando su terror. —Después de cinco años, te he encontrado, experimento fallido —la voz se filtró desde las sombras, oscura y amenazante, pero la figura que la emitía se mantenía oculta, solo revelada por el tenue brillo que entraba a través de pequeños agujeros en las paredes.
Mike tragó saliva, la angustia se apoderaba de su cuerpo mientras intentaba asimilar la realidad. —¿Cómo es que reconstruyeron este lugar? —susurró para sí mismo, con incredulidad y horror.
—Mi antiguo laboratorio fue destruido gracias a tu patético intento de fuga... tú y esa imitación de gato parlanchín —la voz escupió esas palabras con resentimiento—. Pero ahora... ahora te reconstruiré. Ya no serás un experimento fallido. —La malicia en su tono era innegable, y una sonrisa torcida se vislumbró en la penumbra. —Dime... ¿dónde está Ak-314?
—¡No te diré nada! ¡Te odio! —gritó Mike, nervioso y enfadado, intentando aferrarse a la poca fuerza que le quedaba. Pero dentro de sí, el pánico se estaba acumulando. Volver a ese infierno era su peor pesadilla, y ahora lo estaba viviendo de nuevo.
—Pues bien... —la voz respondió con una calma inquietante mientras sostenía un extraño dispositivo—, veamos qué tan alto puedes hablar.
Mientras tanto, en otro lugar, Trollino estaba al borde del colapso. Su mente era un caos de culpa y terror. Sentía como si la realidad estuviera desmoronándose a su alrededor. —¡¿Cómo quieres que me calme si ni siquiera sé quién tiene cautivo a Mike?! —gritó, su voz rota, casi histérica.
Timba, Raptor, Mike.Exe, Akela y Robin lo rodeaban, intentando calmarlo, pero sus esfuerzos eran inútiles. La desesperación de Trollino era palpable, un nudo apretado en su pecho que no dejaba espacio para la lógica o la razón.
—E-exe, ¿no puedes conjurar un portal para ir a rescatarlo? —preguntó con la voz rota, aferrándose a la esperanza como si su vida dependiera de ello, cosa que sentía como tal.
—Lo siento, Trollino... —Mike.Exe bajó la mirada, la culpa pesando sobre él—, no sé dónde está. Y sin conocer el lugar, no puedo hacer el portal...
Trollino apretó los puños, las lágrimas apenas contenidas. —D-debería haberme quedado cerca de él... —susurró con la voz quebrada—. Yo debería haber hecho algo...
—Trolli, no te culpes —Timba intentó consolarlo, colocando una mano sobre su hombro—. Mike estará bien, ¿de acuerdo? Ya ha enfrentado cosas más peligrosas. Confía en él... Él va a estar bien. —Timba lo miraba con dolor en los ojos. Era desgarrador ver a su mejor amigo en esa situación, y la impotencia lo carcomía.
Trollino, sintiendo que el peso del mundo caía sobre él, dejó escapar un sollozo mientras abrazaba a Timba, aferrándose a él como si fuera su último ancla. Las lágrimas que había estado conteniendo finalmente comenzaron a caer. Las imágenes de Mike atrapado, asustado, y sufriendo lo asediaban. Todo le recordaba a la pesadilla que habían vivido tiempo atrás, tras las vacaciones en Tropicubo, cuando lo perdió una vez. El dolor, la culpa... eran como viejas heridas abiertas nuevamente.
Timba sentía una punzada en su corazón, recordando aquellas noches en las que llegaba a casa y encontraba a Trollino, sentado, mirando algún objeto de Mike, con lágrimas en los ojos, suplicando en silencio que regresara. Y ahora, todo se repetía.
—Ehh... T-trollino —Robin interrumpió el silencio con timidez—. Si quieres, puedo ir a buscarlo... tal vez logró escapar de su captor.
—Ve, Robin —respondió Timba con una media sonrisa que intentaba ser tranquilizadora—. No te preocupes, yo me encargo de Trollino.
Robin salió con prisa, su corazón pesado por la preocupación. Mientras caminaba, no podía dejar de pensar en quién había sido el responsable. ¿Realmente podría ser él?. Si sus sospechas eran correctas, las cosas podrían ser mucho más graves de lo que imaginaba. El frío en su estómago no la abandonaba.
Cuando la puerta se cerró tras ella, Robin cambió su expresión. Ya no era consuelo lo que reflejaba su rostro, sino determinación. Sabía, o al menos sospechaba, quién había secuestrado a Mike. Pero no podía precipitarse. Necesitaba pruebas, y si realmente era esa persona...
—Pagarás por lo que hiciste... —susurró para sí, con una mirada decidida que reflejaba la furia contenida que bullía en su interior.
Ya era hora que actualizara
La mejor manera de no sentirme tan presionada... es no tener horario JAJAJAJS
Estaré actualizando cada cierto tiempo, también quiero ver si hago de este fic una versión en inglés (Quiero practicar mi reading MUAJAJA)
__Berry<3
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M1-K3 (LPDM)
FanfictionUn cachorro salido del laboratorio en donde fue objeto de experimento a creado controversia en todo el mundo, ya que hasta recién se supo del conocimiento de dicho laboratorio. El experimento M1-K3, jamás fue encontrado por fuerzas especiales privad...