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Antes de empezar, les recomiendo escuchar "I'll Stand By You" de The Pretenders

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Antes de empezar, les recomiendo escuchar "I'll Stand By You" de The Pretenders

¡Disfruten!

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Trollino estaba tendido en su cama, los ojos fijos en el techo sin realmente verlo. Quería hacer tantas cosas, salir adelante, pero se sentía atrapado en una especie de neblina espesa, como si cada decisión correcta se le escapara entre los dedos. Intentaba aferrarse a una idea, a una solución, pero nada parecía tener sentido.

Soltó un suspiro tembloroso cuando la imagen de Mike volvió a aparecer en su mente, nítida y cruel. Desde la desaparición de su amigo, su propia mente se había convertido en un campo de batalla, atormentándolo con el recuerdo de Mike en forma de cachorro, siendo arrastrado por un coche desconocido. Lo había revivido tantas veces que comenzaba a cuestionarse a sí mismo, sus decisiones y su incapacidad para proteger a los suyos.

—Debes estar bien... tienes que mantenerte firme —susurró para sí, aunque sus propias palabras parecían vacías, como un eco sin sentido.

Había pasado gran parte de su vida aprendiendo a controlar sus emociones, a no dejar que nada lo afectara más de lo necesario. Desde lo sucedido con su padre, había forjado una fachada de frialdad y determinación que pocas veces se rompía. Sin embargo, en este momento, esa capa de hielo que había mantenido intacta durante tanto tiempo se derretía, dejándolo vulnerable y expuesto.

Evitar pensar en su familia era su refugio, y lo había logrado por años. Pero los recuerdos seguían volviendo, especialmente de su madre. Sabía que no podía culparla completamente, pero nunca había podido estarle agradecido. Ella no había estado allí cuando más la necesitó, y esa ausencia seguía pesando en su pecho.

Dejó escapar otro suspiro, esta vez más pesado, un sonido que resonaba con una tristeza profunda que parecía no tener fin. Sabía que sus amigos estaban preocupados por él, pero no podía fingir que estaba bien, no esta vez. Era la tercera vez en su vida que sentía que su fachada se desmoronaba, y por primera vez, no encontraba la fuerza para reconstruirla.

Se permitió llorar, algo que no hacía desde hacía mucho. Sus emociones se desbordaban como una marea que había contenido durante años, y aunque quería detenerse, no encontraba la manera. Todo lo que alguna vez había reprimido se mezclaba en su mente, creando un caos que lo sobrepasaba.

"Debes ser responsable de tus acciones... siempre piensa bien antes de actuar." La voz de su madre resonó en su memoria, recordándole sus propias palabras. Aún en su ausencia, seguía sintiendo su peso, como si le susurrara al oído, reprendiéndolo por cada error, por cada momento de debilidad.

Se levantó de la cama, intentando encontrar algún alivio, algo que lo distrajera. Quizás buscar información en la casa lo ayudaría a mantener la mente ocupada.

En ese instante, un suave golpe en la puerta lo sacó de sus pensamientos. Apenas se dio cuenta de cuántas veces había suspirado en la última hora.

—Adelante —respondió con voz apagada.

M1-K3 (LPDM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora