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Han terminó de amarrar la última pequeña liga de color en el cabello de Minho, ya tenía casi una hora haciendo pequeñas colitas en todo el cabello, encontró que esa era una buena forma de entretenerse y no pudo evitarlo cuando el mayor se recostó en sus piernas, su cabello tan sedoso le daba la invitación de hacerle miles de peinados.
—A ver, levántate—pidió el pelicastaño con una enorme sonrisa.
Minho tocó su cabello y supo que sus amigos iban a burlarse. Se levantó hasta quedar sentado en la cama y suspiró al ver la mueca burlona de los presentes.
—¡Te ves hermoso, Minho!—exclamó entre risas, Chan.
—Si, muy adorable—dijo Jeongin, aguantando la risa mientras veía como Minho tocaba con duda su cabello lleno de ligas de colores.
—Sé que me veo ridículo, no saben disimularlo—rió brevemente —Envidiosos—se cruzó de brazos, fingiendo estar molesto.
—Te ves muy lindo, no les hagas caso—defendió el menor de todos, dejándole un tierno beso en la mejilla que lo sorprendió, haciéndolo sonreír hasta el punto de que sus ojos se cerraron.
—Ugh, ustedes son muy empalagosos—dijo Félix desde el suelo, mirando la escena con diversión y ternura.
—¿Vas a decirme que con Hyunjin no eres así?—preguntó el pelinegro, moviendo sus cejas de manera sugerente.
—Hyunjin odia lo empalagoso, es muy gruñón y aburrido—dijo Minho, tratando de imaginar cómo se vería su amigo siendo así, porque si bien lo había visto sonreír mucho con Félix, no sabía qué tan cursi podría llegar a ser. Simplemente no se lo imaginaba de esa manera
—De seguro, Hyunjin es todo un romántico y sensible, pero Félix no nos quiere decir.
—Silencio, Hannie—frunció el ceño el rubio, haciendo un puchero. Su amigo tenía razón, Hyunjin podía llegar a ser muy dulce y atento, se lo había demostrado muchas veces, pero hablar sobre eso lo ponía muy nervioso, no sabía exactamente qué era lo que tenían, ya se habían besado una vez y no hablaron de eso, así que se sentía en un punto medio, y eso no estaba bien, porque estaba seguro de que le gustaba, pero no sabía cómo se sentía Hyunjin, quería que fuera claro con él—Iré por algo de comer, vuelvo enseguida—se levantó y salió de su habitación, pensando en mil cosas debido a su agitado y enamorado corazón.
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