Lo hermoso de despertar

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HOLA... DISCULPEN LA ENORME TARDANZA PERO ESTUVE CON MIL Y UNA COSAS QUE ME IMPEDÍAN ESCRIBIR COMO TITULARME, HOSPITAL Y CAMBIO DE PAÍS... BUENO EN FIN AHORA QUE ESTÁ UN POCO MÁS CALMADO LES DEJO UN PEQUEÑO CAPÍTULO RETOMANDO LO QUE VIENE, NO SÉ AUN CUANTO FALTA PARAACABAR LA HISTORIA, PERO MIL GRACIAS POR TODOS LOS COMENTARIOS, LOS LEÍ TODOS, Y POR LOS MENSAJES INTERESÁNDOSE POR ESTE PEQUEÑO PROYECTO DE VERDAD MIL GRACIAS LES ADORO!!! SIN MÁS AQUÍ ESTÁ.


-Qué día es hoy –Preguntó Criss un poco confundido pues en ese estado no sabía exactamente cuánto tiempo había pasado, pero estaba seguro que eran años.

-Es nuestro cumpleaños –Respondieron al instante los pequeños con una sonrisa.

-Whoooooou y cuántos años cumplen, se ven muy grandes –Dijo el observando a los pequeños con un brillo de emoción en sus ojos.

-Cinco y tu eres nuestro regalo, le pedimos a mamá si te podía traer de vuelta –Habló el pequeño Klauss con suficiencia

-Me siento muy honrado compañerito, muchas gracias entonces –Criss le sacudió el cabello al niño y se quedó mirando a la peli negra que lo observaba como con ganas de decir algo –Y a ti también tengo que darte las gracias princesa –Le dijo invitándola a hablar.

-Yo...yo quiero que cantes para mí, necesito escucharte cantar, está aquí en mi cabeza que tiene tu voz y nunca he podido sacarlo –Todos se quedaron conmocionados con la respuesta de la pequeña, nadie sabía ni siquiera Violeta que Anette recordaba a Criss cantando o siquiera su voz.

-Por supuesto, cantaré todo lo que quieras todas las veces que quieras –Criss respondió con la voz un poco ahogada, él tampoco se esperaba eso, lo que sentía acaso era lo mismo que sentía su amigo al ver a Violeta de pequeña una especie de adoración mezclada con sobreprotección, era algo que no había sentido nunca antes, eran incluso más grandes que las ganas de proteger a Violeta y eso nunca lo había pensado posible hasta esos momentos.

Criss se sentó en la cama y comenzó a cantar una de las tantas canciones de cuna que le cantaba a la barriga de Violeta mientras esperaba a sus hijos y no hizo más que cantar la primera estrofa cuando ambos pequeños corrieron a sentarse cada uno en una de sus piernas y lo miraban con unas sonrisas que le llegaban hasta los ojos.

-A mí me gusta mucho esa canción, mi mamá siempre nos la canta antes de dormir –Dijo el pequeño Klauss aun sonriendo

-Solía cantarme esa misma canción cuando yo era pequeña y estaba en el hospital y no podía dormir –Recordó Violeta en ese momento y sonrió con nostalgia.

El pequeño Klauss saltó de la pierna de Criss con una carita de asustado y preocupado corriendo hacia los brazos de su madre, trepándose por sus piernas hasta quedar sentado abrazándola por el cuello.

-¿Ahora estás bien mami?, ¿qué te pasó?, no vas a volver allí ¿Verdad? –Preguntaba el pequeño claramente desesperado

-No mi amor, eso fue hace mucho tiempo y yo ya estoy  muy bien ahora, sobre todo porque tengo a mi familia completa reunida y eso es lo más importante que tengo –Respondió ella repartiendo pequeños besos por la cara de Klauss quien sonreía en agradecimiento y alivio por la preocupación.

No hay tiempo III: Esperaré...Hasta que te encuentreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora