Hacia la cima [ 2 ] | Yuji Itadori |

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ESPECIAL 1 [año] + 10k [votos] + 100k [lecturas] DE LA PRIMERA PARTE. (Lo sé, muy tarde, gracias a todos porque ya llegamos a 2 años, 29.5k de votos y 272k de lecturas en la primera parte 🫶🏼).

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Había estado pensando en algo que Yuji me dijo hacía unos días y, aunque al principio me negué y no le di mucha importancia, pensé que, tal vez, eso podía ayudarnos a distraernos un poco de lo que nos tenía tan pensativos.

Así que, terminé invitando a mi habitación a Yuji.

Por supuesto que no me puse la tonta pijama que había comprado con Nobara y el regalo que me había dado estaba guardado en uno de mis cajones.

En realidad, no tenía nada interesante, además de los muebles y unas cuantas fotos con Satoru, Megumi y Tsumiki-nee, porque no pasaba mucho tiempo en este lugar.

Aún así, Yuji observó con sus ojos brillantes cada espacio hasta que nos acostamos.

—Te dije que no habría nada interesante —murmuré.

—Eso no es cierto —respondió, quitando un mechón de mi cabello de mi rostro—. Todo acerca de ti es interesante.

Solté una risita, cubriendo su rostro con mi mano para evitar que mi corazón se acelera tanto.

—Deja de ser tan cursi —murmuré.

Yuji sonrió contra la palma de mi mano.

—No soy cursi, solo sincero —dijo, dirigiendo mi mano hacia su boca para besarla suavemente—. Es tan sincero como decir que eres muy hermosa.

Temía que mi rostro se entumeciera porque no podía borrar la tonta sonrisa de mis labios, incluso mis mejillas comenzaban a doler. El rostro de Yuji expresaba tanta dulzura y sinceridad que no podía evitarlo.

—Y reaccionas muy lindo cuando digo cosas como esa —murmuró contra el dorso de mi mano, para luego depositar un suave beso en el lugar.

Hice una mueca, empujando su rostro juguetonamente para alejarlo de mí.

—Si continuas diciendo ese tipo de cosas va a pasar algo muy malo.

Él elevó una ceja y soltó una pequeña risa.

—¿Ah, sí? ¿Qué cosa tan mala puede suceder?

Contuve el aliento por un momento, pensando en lo que le diría; sin embargo, en vez de decir algo, moví mi brazo de sus labios a la parte posterior de su cuello para acercar mi rostro al suyo y poder besarlo.

Mientras mi lengua se deslizaba a tocar la suya, mi mano se hundió en su cabello para acercarlo más a mí. Al separarnos por la falta de aire, pude ver el sonrojo en su rostro, algo que me hizo sonreír.

—También reaccionas muy lindo cuando te sorprendo de esta manera.

Una sonrisa tímida adornó su rostro mientras colocaba su mano en mi cintura baja para acercarme más a él.

—Creo que seguiré diciendo cursilerías para que continúen ocurriendo estas cosas tan malas.

Su comentario me hizo reír, mientras volvía a acercarlo para darle un beso que, cada vez, se volvía más apasionado.

Luego de ese beso, empujé suavemente su hombro con diversión y me moví con gracia, deslizándome sobre él hasta que mis piernas quedaron a ambos lados de su cintura. La tela de nuestras prendas apenas actuaba como barrera, y la presión entre nosotros se volvía más evidente con cada movimiento.