11. Miri

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- Entonces... ¿Vamos antes a por algo de comer o quieres ir a alguna tienda?- pregunté una vez llegamos al centro comercial.

Cynthia suspiró y avanzó hacia la entrada sin responder mi pregunta.

Sin saber qué más hacer, la seguí a través de la primera planta la cual estaba bastante concurrida para ser un lunes por la tarde.

Seguimos en silencio hasta llegar a la zona de restauración. Ella tomó asiento en la terraza de una hamburguesería y yo, sin saber muy bien qué decirle, aproveché la ocasión para mirar la carta con el mayor detenimiento posible, fingiendo estar sola.

Reconozco que ignorarla no era mucho mejor que marcharme y dejarla allí sin más pero al menos era una estrategia que me serviría para ganar algo de tiempo y pensar qué decirle.

- ¿Os voy poniendo algo de beber señoritas?- cuestionó el camarero sacando una libretita y un boli.

-Yo quiero un té helado con muuucho hielo, por favor- le dije sonriendo.

Él me devolvió la sonrisa.

-Anotado- después se giró hacia mi acompañante- ¿Y usted?

Cynthia, sentada frente a mí, volvió a suspirar.

- Pero bueno ¿Se puede saber qué te ocurre?- traté de no parecer enfadada pero dudo que lo lograra- Si sigues relinchando de esa manera, pensarán que eres un caballo.

Ella frunció el ceño como hacía siempre, como si de alguna forma estuviera poniendo a prueba su paciencia.

El chico era joven y se veía nervioso. Puede que fuera su primer día ¿Tanto le costaba a esa bruja ser amable con él?

- ¡Cynthia, por el amor de Dios, solo quiere saber qué vas a beber!- le espeté.

Incluso si me odiaba, esto era caer demasiado bajo. Un comportamiento tan infantil era ridículo, había otras formas de molestarme que no incluían entorpecer el trabajo de otras personas...

- Miri, I do not understand a single word you are saying honey- aclaró torciendo el gesto.

Ah.

Había ido por ahí, hablando en japonés, sin darme cuenta de que no me entendía nada...

Otra vez.

¿Cuántas veces iban ya?

Dos hoy, pero no eran las primeras veces y probablemente tampoco las últimas.

No me extraña que no me tragara, aunque no fuera mi intención, la dejaba fuera de casi todas mis conversaciones.

No pude evitar ponerme colorada, qué vergüenza.

Había estado a punto de echarle una bronca que ni siquiera hubiera sido capaz de entender.

- Quiere saber qué quieres de beber.- le expliqué.

Ella asintió y le señaló algo de la carta de bebidas(la cual estaba traducida para los turistas) al chaval que parecía estar replanteándose que hacía él atendiendo mesas cuando podría estar en casa haciendo cualquier otra cosa.

-Enseguida os traigo las bebidas- aseguró antes de marcharse.

Yo miré a Cynthia y ella enarcó una ceja.

Deje escapar un suspiro, le debía una disculpa y el momento era tan bueno como cualquier otro.

- Siento haber estado hablando en japonés, no me he dado cuenta- dije con cierta incomodidad.

Ella se encogió de hombros y agitó la mano en el aire como si no tuviera importancia.

- Sé que no lo haces a propósito aunque no te negaré que puede ser muy frustrante no entender lo que se dice a tu alrededor.

Cynthia //Buddy Daddies - Kazurei//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora