15. Rei

687 88 36
                                    

No tenía ni idea de cómo había llegado hasta allí y sin embargo, allí estaba.

En casa.

"No, esta ya no es mi casa" me dije.

Nunca lo había sido, en realidad. Solo era el lugar donde me crié.

Aún así no pude evitar mirar a mi alrededor con algo parecido a la nostalgia. Estaba en la cocina que era uno de los pocos lugares del que tenía recuerdos felices.

- ¡Ah, tenía el presentimiento de que te encontraría aquí!

Hacía tantos años que no escuchaba esa voz...

Antes de poder reaccionar siquiera, me alzó en volandas. Por el rabillo del ojo fui capaz de vernos reflejados en las cacerolas que colgaban de los ganchos sobre la encimera: un niño de a penas seis años en brazos de una muchacha que debía rondar los veinticinco.

- ¿Qué haces de nuevo escabulléndote, pequeño saltamontes?- preguntó con una sonrisa.

Esa sonrisa difería tanto de la última que me dirigió...

"Corre" quise gritar pero cuando abrí la boca no fueron esas mis palabras.

-Me escondo.

Ella enarcó una ceja.

-¿Por qué?

- Sensei me ha enseñado a disparar y papá opina que ya es hora de que practique con seres vivos.- me oí explicar- Sensei dijo que me escondiera mientras trataba de hacerle ver que no estoy preparado aún.

Ella me miró con una mezcla de tristeza y preocupación y me apretó un poco más fuerte entre sus brazos, como si quisiera protegerme.

- ¿Y es cierto?- inquirió- ¿No estás preparado?

"No lo digas" rogué a mi yo más joven.

No obstante, las palabras salieron de mi boca, vacilantes e inseguras, pero las dije igualmente.

- One-san, si me estás preguntando si puedo hacerlo, la respuesta es sí pero... Preferiría no hacerlo.

La chica me dejó en el suelo con cuidado y me revolvió el cabello.

- En ese caso vamos a tener que encontrar un mejor escondite, bichito- me ofreció su mano y me encontré tomándola de inmediato.

- ¿Dónde?- pregunté.

Sabía dónde: el invernadero.

Nadie nos buscaría allí.

Era una de las muchas estancias de la casa que tenía vetada, con la diferencia de que su entrada no estaba prohibida únicamente para mí, también para todos los demás.

El motivo...

- ¿Puedo contarte un secreto?- susurró.

Yo asentí.

- Nos esconderemos en el invernadero de Tina, allí nunca te encontrarán.

Mis pies se detuvieron por voluntad propia al oír el apodo de mi difunta madre.

Nunca nadie la llamaba así ni siquiera mi padre. De hecho, no recuerdo haberle escuchado decir su nombre jamás. Las pocas veces que había oído hablar de ella siempre había sido bajo su título de Kinshō o simplemente como señora de la casa aunque, por lo general, la mayoría evitaba mencionarla.

Pero Vivi-neesan siempre fue diferente. Ella hablaba de mamá a todas horas y cuando lo hacía su ojos verdes se iluminaban de la misma forma que el bosque cuando los rayos de sol inciden sobre las copas de los árboles.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 27, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Cynthia //Buddy Daddies - Kazurei//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora