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Yoongi se encontraba muy preocupado, ya habían pasado cuatro días desde el acontecimiento con Taehyung y este aún no le dirigía la palabra, es más ni siquiera le miraba si se encontraban en el pasillo o en el baño, ni siquiera se preocupaba de como él se pudiese sentir en aquellos momentos, pero las relaciones son así, ¿cierto? Pasan momentos malos y luego buscan la manera de arreglarlo para que todo mejore.

Y allí se encontraba él, sentado en una de las mesas con su mirada pérdida, la carita triste y un leve sonrojo en toda su cara, aunque Jimin se encontraba sentado a su lado conversandole de quien sabe qué, no era lo mismo, extrañaba a su novio, necesitaba estar con él o por lo menos verle de lejos, eso le haría feliz aunque sea un poco.

Y como si los pensamientos tuviesen poder en ese mismo instante entró un pelinegro a la cafetería, tenía la cara seria, la mandíbula tensa y ni hablar de sus ojos amenazadores, parecía estar enojado, mejor dicho parecía estar furioso, pero... ¿Qué podía hacer Yoongi? Este ni por una pizca de pena le dirigiría la palabra, y aquello lo tenía muriendo poco a poco.

-¡Yoongi!- gritó Jimin para sacarlo de sus pensamientos- ¿Por lo menos me estás escuchando?

-Ah, disculpa Minnie. No te eh escuchado nada.

-¿Y como lo harías?- preguntó sarcástico girando los ojos- No has quitado tu mirada de dónde está Kim, ya supéralo, Yoon.

-No lo haré, él es mi novio, no tengo alguna razón para superarlo-. Reprochó.

-Eres un tonto, en serio lo eres-. Lo miró con desapruebo.

Para la suerte de Jimin el timbre sonó impidiéndole a Yoongi hablar en aquel momento, sin esperar más recogió todas sus cosas y fue hasta su última clase que era arte y canto, después de esta podría irse a su casa a descansar.

Para la suerte de Jimin el timbre sonó impidiéndole a Yoongi hablar en aquel momento, sin esperar más recogió todas sus cosas y fue hasta su última clase que era arte y canto, después de esta podría irse a su casa a descansar

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-Seok, ¿ya terminaste tu última clase?- preguntó su mejor amigo Namjoon.

- Sí, ya por hoy no tengo más clases-. Le respondió- ¿Y tú? ¿Ya terminaste?

-No, aún no-. Le dijo-. Me falta una clase, así que entras que irte a casa solo hoy.

-No importa-  lo miró serio- Total, ¿qué podría pasar?

Podrían pasar muchas cosas, pero ¿Cómo el se podría imaginar aquello?

-Está bien, vamos.

-Adiós.

Al terminar de recoger todas sus cosas del escritorio y guardar algunos libros en su casillero se encaminó hasta la salida del instituto para dirigirse a su casa, como siempre tomó sus audífonos y se los colocó mientras buscaba una canción para escuchar en el reproductor, pero un golpe en su mejilla derecha lo detuvo, el impacto del puño sobre su rostro lo hizo caer al suelo, y estando allí levanto su mirada y pudo observar aquellos hombres que lo miraban con una sonrisa maliciosa pegada en sus rostros.

-¿Po-por qué hacen esto?- balbuceó la pregunta, estaba sintiendo mucho miedo en aquellos momentos.

-Te metiste con el novio de la persona equivocada.- le respondió uno de los hombres- Ahora lo vas a pagar muy caro.

El castaño en esos momentos sintió que el alma se iba alejando poco a poco de su cuerpo, el miedo lo inundó y el dolor de los golpes recibidos se hacía cada vez más fuerte, pero al sentir un golpe específicamente en su cabeza provocó que cayera inconsciente en el pasto de aquel edificio fue el que menos preocupó a esos hombres, ya cumplieron con su trabajo asi que ya podían irse.

Dejaron al castaño tirado vagando en la inconsciencia casi muerto en el suelo, pero por alguna extraña razón lo golpearon donde alguien pudiera encontrarlo, y así fue, alguien lo encontró antes de que fuera demasiado tarde.

toxic ➵ taegiᵃᵈᵃᵖ ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora