28. Rojo, Verde.

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Puedo tener un acto de misericordia contigo,
te libero de tus cadenas y dejo frente a tu cuerpo un arma blanca,
puedes vengarte de ese hombre que te hizo sufrir,
pero tus planes eran diferentes.

Decidiste apuñalar otro lugar,
en mi hombre reposaba aquella arma metalica,
pensaste que esto podría detenerme,
que te llevaría a la libertad,
será un juego divertido atrapar a la presa en un laberinto de trampas del cual solo yo puedo escapar,
la mejor decisión que pudiste tomar era matarme,
pudiste degollarme,
apuntar al corazón,
por ese error debo castigarte,
que mal comportamiento de tu parte.

Es cuestión de tiempo para encontrarte,
no deberías resistirte al inevitable destino que acabas de construir.

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