22. Otro día cualquiera

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El sonido de la alarma me regresa a la realidad que me gusta evadir,
recuerdo que estoy construyendo mis sueños en el mundo real,
el espejo del baño refleja una mirada de emoción por ir a verte,
y un toque de preocupación por pensar que esto terminara pronto.

La cocina se llena con el sonido de mi celular reproduciendo música,
algo que pudiera alegrar mi día,
cocinar con amor para ti es mi primera enmienda del día,
ver que disfrutas la comida la segunda,
se que lo haces por compromiso pero no rechazaras el buen acto que tengo contigo.

Observo la lista de pendientes y me preparo para salir y terminarlos lo más pronto posible,
para poder regresar a tu lado.

Por las calles no suelo cruzarme con conocidos tuyos,
hoy fue todo lo contrario,
y todos me preguntaron por ti,
algo curioso porque nunca creí que lo hicieran,
después de todo ellos también se alejaron de mi,
como lo hiciste tu,
lentamente.

Una expresión de tristeza toma control de mi persona,
todo por los recuerdos aquellos malos ratos,
las penas que viví amenazan con regresar,
y eso es suficiente para que cada uno de tus amigos decidan continuar su camino,
justo como yo continuo con el mio.

¿Qué te gustaría cenar?

Podría cocinar de nuevo,
la noche amenza con llegar,
pedir tu comida favorita suena a una mejor opción,
comida china sera,
al llegar a casa hago una llamada para preparar todo,
mientras la cena llega me doy una ducha rápido,
debo quitar algo de sudor de mi cuerpo.

El día terminara con los dos cenando algo rico,
viendo tu serie favorita una vez más,
juntos en la cama de aquella habitación alejada del resto de la casa,
al final te dormiras y regresaré a mi habitación para descansar,
y soñar contigo.

SerendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora