Simplemente lo sabrás

9 3 0
                                    

No importa si no sabes quién eres, o si lo que sabes de tí mismo no te gusta nada, no importa si tú mismo no eres capaz de amarte tal y como eres porque Dios te ama y te enseñará como lo hizo conmigo.

Lo que importa saber es Quién es Él. Porque en el momento en que lo conoces tu vida cambia y tu pasado queda enterrado. Empiezas a enamorarte de Jesús y ese amor restaura todo tu ser.

Y te das cuenta que tu identidad es ser el hijo de un Dios que te ama.
Jesús es mi razón de ser y ahora a todos les cuento lo que Él hizo por mi.

Alguien me escribió hace poco y mientras chateabamos me dijo:

Cuéntame un poco de ti

Mi respuesta fue contarle mi historia, y también la comparto contigo. Recuerdo que comencé diciendo:

Es que Jesús es lo mejor que le puede pasar a alguien.
Pues no hay mucho que decir.
Me he pasado la vida desperdiciando el tiempo y solo ahora estoy aprendiendo lo que es vivir, todo gracias a Jesús.

Y sí, nací en la iglesia pero vivía una vida vacía.
Hacía las cosas por limpiar mi conciencia pero no conocía a Dios.
Por dónde comenzar?

Me encanta contar esto porque es algo bonito lo que Dios hizo en mi vida.
A pesar de que fue doloroso ahora veo que fue necesario.

Mira yo nací en la iglesia pero no conocía a Dios y hay muchos jóvenes hoy día que son como era yo.
Trataba y trataba de hacer las cosas bien y de quedar bien con la iglesia pero me seguía sintiendo vacía. Seguía sintiendo que me faltaba algo.

Y entonces comencé la universidad.

Eso lo revolvió todo, las cosas que me negaba hacer porque mi mamá no me dejaba ya no me ataban. Comencé a salir con mis compañeras de clase a diskoreas y eso aún sabiendo que estaba mal. Pero no podía evitarlo porque me sentía vacía e intentaba llenar ese vacío con algo, lo que fuera.

Y entonces decidí irme de la iglesia porque me sentía hipócrita. Estaba convencida de que Dios existe pero no lograba hacer lo que a Él le agrada y me veía incapaz de hacerlo, sabía que yo nunca podría.

Y entonces llegó el que iba a ser mi último congreso. Fue en las Tunas, el 26 de noviembre del año pasado (2022).

Antes de irme al congreso le dije a mi compañera que si no pasaba algo grande en mi vida ese fin de semana que cambiara mis planes por completo, me iría con ella a todas las diskoreas que se inventaran.

Fui al congreso por puro compromiso con el cuarteto en el que cantaba, nos habían invitado y ya había dado mi palabra. Así que fui, como un tipo de despedida. Cuando llegué estaba súper desanimada. La gente cantaba a mi alrededor y yo ni caso hacía. Mi corazón estaba totalmente insensible a todo lo que pasaba.

El viernes ni logré entrar al programa porque llegamos tan tarde que no alcanzamos lugar dentro del templo que estaba lleno de personas.
Pero el sábado si, el sábado hayamos un espacio y nos sentamos en un buen lugar entre los primeros bancos. No es que eso me importara ese día pero allí estaba.

Y esa mañana le hablé a Dios, cosa que hacía tiempo no hacía. Ya ni siquiera oraba a la hora de comer porque no tenía cara para hablarle a Dios después de decepcionarlo tanto una y otra vez.

Y entonces le dije:

"Mira Señor yo me voy de la iglesia, yo aquí no pinto nada y no soporto más vivir siendo una hipócrita.
Si tú quieres que me quede rompe la piedra que tengo por corazón y haz algo grande que cambie mi vida."

No habían pasado ni 20 minutos y subió un muchacho a la plataforma. Me llamó la atención por alguna razón, había algo en él que hizo que lo mirara. Tenía está sensación de haberlo visto antes pero no tenía idea de quién era.

Y le presté atención cuando empezó a hablar. Era un muchacho de las Tunas que estaba contando su testimonio acerca de cómo se convirtió.

¡¡él era como yo!!

Nacido en la iglesia.Y luego se apartó, se metió en el mundo de la música y las fiestas, el kpop, el rock, etc.

Me ví tan reflejada en él.

Pero él contaba como Dios lo sacó de allí y lo restauró. Y me tocó tan profundo su testimonio que no había duda de que había sido preparado por Dios especial y específicamente para mí.

Ver cómo lloraba al agradecerle a su mamá por nunca dejar de orar por él me recordó a mi propia madre y de como ella siempre oraba por mi y por mi hermana para que no nos alejáramos nunca de Dios.

Entonces yo también empecé a llorar porque en ese preciso momento: Dios rompió la piedra...

Y me rendí.

Dejé que Dios me amara.

¡Y Él cambió mi vida!

Cada vez que cuento esto experimento algo diferente cada vez.
Recuerdo cosas específicas que me muestran como Dios estuvo trabajando conmigo por tantos años , tantos momentos que tuve que pasar por cosas difíciles para llegar hasta ese encuentro con Jesús.

Y pienso en cómo era mi vida antes de eso y me entristece haber pasado tanto tiempo perdiendo el tiempo.
El congreso que te digo fue en noviembre del año pasado y han pasado solo 4 o 5 meses pero para mí se siente como si hubieran sido años.

Es como si ése día hubiera comenzado mi vida.

Y lo hizo.

¡¡¡Comenzó mi vida nueva en Cristo!!!

Cuando Dios llega a tu vida simplemente lo sabes, sabes que si no tomas esa oportunidad te quedas.

Y sabes que Él te ama tanto que te da esa oportunidad para salvarte.

¿Le permitirás amarte?

Solo tú puedes decidir la respuesta.

Vuelve A CasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora