1. ¿𝘗𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦́ 𝘯𝘰 𝘵𝘦 𝘴𝘶𝘴𝘵𝘪𝘵𝘶𝘺𝘰 𝘺𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘯𝘰𝘤𝘩𝘦 ? (Corregido)

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Kim Taehyung supo que había problemas en cuanto escuchó "Can't help falling in love" sonando a todo volumen. Elvis siempre implicaba que había una crisis en camino.
Entró en la casa, de estilo minimalista que había alquilado un año antes, con la esperanza de que aquel lujoso barrio de Busan atrajese clientes ricos.

Había funcionado, hasta que se hizo novio del mejor carpintero de su empresa. Tenía la mala costumbre de perderse por hombres como Park Bogum. Hombres que estaban tan guapos con unos vaqueros ajustados que hacía caso omiso al resto de sus genes: esos que los llevaban a mentir, engañar... y a robarle la cordura.

Cuando vivía en Seúl le habían roto el corazón tantas veces que lo había donado a uno de los hospitales de la ciudad en nombre de todos sus errores. Errores como Kai, Sehun y Wonho. Después se había trasladado a Busan para empezar desde cero.

Pero Bogum era la prueba de que aún no había aprendido la lección. Había abandonado a Taehyung tres meses antes, robándole el corazón y la mayoría de los clientes. Se había jurado que sería su último error romántico, en el futuro haría caso a su cabeza y no a sus hormonas.

Para su buena suerte, contaba con su mejor amigo, Park Jimin, se habían conocido un año antes en una sala de película, en ese momento se transmitía "Mujer Bonita", prácticamente eran los dos únicos espectadores y terminaron compartiendo palomitas además de quejas a cerca de que ya no había hombres como "Edward Lewis", después de la película Taehyung sintió que había hecho un gran click con él, tanto que le ofreció empleo como su asistente.

Decidieron unir sus limitados recursos y Jimin se trasladó a la casa de Taehyung. Ellos eran almas gemelas y compartían la pasión por las películas antiguas, la comida tailandesa y los bazares al aire libre.
La naturaleza precavida y amable de Jimin completaba perfecto la seriedad e impulsividad de Taehyung.

Pero pronto perdería a su compañero de piso ya que Jimin iba a casarse al mes siguiente con Min Yoongi, un hombre de sangre azul cuyos ancestros se remontaban a la llegada del Mayflower. No parecía importarle que su prometido hubiera crecido en un lugar de poco renombre en vez de Gangnam una de las zonas más caras de la ciudad de Seúl.

Taehyung se alegraba por Jimin, aunque Yoongi fuera un poco simple, quizá eso fuera bueno: los hombres simples no se liaban con cualquier jovencito o jovencita por más lindos que fueran, no rompían corazones. Él no era quien para criticar la vida amorosa de nadie, la suya acababa de terminar en desastre, solo esperaba que no fuera contagioso.

El salón, que hacía las funciones de despacho para su negocio de diseño de interiores, estaba vacío. También era mala señal. Fue a bajar el volumen de la música y vio envoltorios de chocolate sobre el escritorio. Chocolate y Elvis, eso era serio. Jimin seguía una dieta estricta para poder ponerse el traje de novio de época que habían utilizado generaciones de prometidos Min.
Taehyung dejó su abrigo así como el bolso y fue a buscarlo. Jimin estaba sentado en la cocina, inclinado sobre un enorme envase de helado de chocolate, notó que faltaba más de la mitad.

—¿Qué ocurre? —preguntó Taehyung, sin más preámbulos.

—Lo he estropeado todo —Jimin alzo la cabeza. Tenía manchas de máscara alrededor de sus bellos ojos café.

—No puede ser tan malo —Taehyung sacó una cuchara del cajón y se sentó frente a él.

—Oh, sí —Jimin siguió con el helado —Se acabó.

—¿Qué se acabó? —preguntó Taehyung

—La boda, tu negocio, mi vida —suspiró Jimin

—Bueno, comienza desde el principio —Taehyung atrajo el envase de helado hacia él, intentando no dejarse llevar por el pánico —¿Qué ha ocurrido?

𝐍𝐨𝐜𝐡𝐞 𝐓𝐫𝐚𝐬 𝐍𝐨𝐜𝐡𝐞...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora