¿Cómo nace el Amor?

En el bosque (II)

Derick llegó donde se encontraban los demás, habían terminado de acabar con un pequeño grupo de titanes. Visualizo a Hange y cabalgó hacia ella.
—Comandante, tenemos varios heridos del escuadrón de Mikasa Ackerman.
—¿Qué sucedió? —demandó respuestas preocupaba.
—Una horda de titanes atacaron el flanco izquierdo, entre ellos varios excéntricos por lo que no pudieron detenerlos y enviaron señales de humo, nuestro escuadrón las miró y el capitán Levi nos ordenó acompañarlos a Hendrick y a mí.
—¿Dónde está Mikasa? —preguntó Eren muy alterado.
—¡Responde! —exigió Armin que ya se unía con su escuadrón.
—¿Dónde está el capitán Levi? —Interrogó Hange.
—Ellos deberían venir tras nosotros, el capitán Levi fue tras Mikasa y Sasha quienes eran perseguidas por un titán excéntrico, Sasha no tenía equipo de maniobras. El capitán me ordenó ayudar al resto del grupo y unirnos a ustedes, dijo que nos alcanzarían pronto.

Todos escucharon atentos, y el silencio se apoderó mientras veían en la dirección de donde deberían provenir.

Eren se transformó y corrió en aquella dirección sin dar aviso, Armin, Jean y Connie lo siguieron en sus caballos.

—Debemos avanzar y llegar al bosque antes de que anochezca, ellos seguro estarán allá, si quieren sobrevivir es su mejor opción.
—Derick ¿alguno estaba herido?
—Cuando los dejamos, no, los tres estaban bien.
—Entiendo. Bruce toma un botiquín de emergencias y sigue a Jean y a los demás, si no los encuentran o no pueden llegar a tiempo al bosque, dile que él está a cargo.
—Si.

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Apenas habían pasado unos minutos desde que Sasha fue en busca de agua, Mikasa poco a poco recuperaba el aliento, toda la zona amoratada dolía si intentaba moverse, pero ella no quería ser una carga, intentó ponerse en pie, perdiendo el equilibrio por el dolor.
Levi la sujetó por la cintura y la ayudó a sentarse.
—No seas una molestia por favor, es mejor si te quedas quieta y recuperas energías. 
—Capitán ¡lo siento! Fui descuidada y no mire al titán tras de mi, solo pensaba en llegar a tiempo por Sasha.
—Ese es tu problema, siempre pones a los demás antes que a ti, no puedes ayudar a nadie si pierdes el control y terminas herida.
—¡Lo siento!
—Deja de disculparte. No ganas nada con eso, mejor descansa.

La joven lo observó en silencio a pesar de estar sentado a su lado, él no la miraba, su vista estaba fija hacia el bosque, pensó que quizás estaba muy molesto para verla a la cara.

—¿Capitán, usted también está herido? ¿Es esa vieja lesión? —preguntó al observar cómo Levi tocaba su pierna presionando de vez en cuando. —¡Lo lamento! Creo que solo le he causado molestias desde que nos conocimos. —la tristeza se dejó evidenciar en aquellos ojos como nubes grises cargadas de lluvia.
—No digas eso, nunca lo repitas porque no es verdad, tú eres muy importante para...
—¡Ya regrese! —interrumpió Sasha gritando desde abajo. —Hay un río cerca y el agua está tan fresca, esto servirá.

Levi se apartó para darle lugar a la castaña, quien ya tenía listo varios paños húmedos, y empezó a colocarlos en el costado derecho de Mikasa.

El capitán continuó viendo los árboles hacía el interior del bosque, pensando en lo imprudente que había sido al dejarse llevar por sus sentimientos, debía aceptarse que ver a la chica de lindos ojos grises nublarlos por su culpa le dolía, de ninguna manera quería que ella estuviera así por su causa, si de él dependiera pintaría todo el mundo de rosa para que Mikasa pudiera ser feliz, no importaba dónde ni con quién, solo quería su felicidad.

Vagando en sus pensamientos cayó en cuenta de lo que estaba viendo, a unos metros habían unos árboles con varias ramas gruesas dispuestas horizontalmente, si lograba conseguir algunas más delgadas lograría un buena plataforma donde Mikasa pudiera descansar acostada.