Ella es Miia "Libro 1"

T2 Cap 15: La Universidad Y El Regreso De Megatron

Al llegar a la universidad, Miia contempló la vista con una enorme sonrisa, seguido de que su madre hace un comentario.

— ¡Mira Ron! Mira que lugar. —Sonrió Judy.— Ya me siento más inteligente.

Miia ahogó una risa a medias, miró a Sam y estaba en las mismas, pero llevó un dedo a sus labios en señal de silencio, a lo que le quedó a los hermanos aguantarse.

—Ah Ron ¿puedes olerlo? —Le preguntó Judy.

—Huelo a 80,000 dólares al año. —Respondió Ron.

—El tacaño habló.

—Puedo ayudarte con los gastos papá. —Le dijo Miia.— Ya me han pagado por lo que trabajo en la base.

—No, no, deja tus recursos para lo que tú quieras. —Le dijo Ron.— Pero gracias, adelántense, yo llevó las demás cosas a su dormitorio.

—De acuerdo. —Respondieron ambos hermanos.

Mientras caminan, los Witwicky no pierden el tiempo de ver los pasillos rumbo a los dormitorios.

—Son geniales, claro, mientras no nos toquen con raritos o fresas, como en mi caso. —Dijo Miia.

—Yo espero que no me toque ni un raro. —Suspiro Sam.— Suficiente tengo conmigo mismo.

Miia se río y dandole un suave empujón a su hermano, ella se fue por otro lado dado que no son dormitorios mixtos.

Ella buscó su número de habitación y al entrar lo vio ligeramente ordenado, más había solo una chica que estaba, ojos azules, tez semi morena, cuerpo de modelo y cabello rubio.

"(No juzgues, no juzgues.)" —Pensó Miia repitiendo mil veces lo pensado.

— ¿Me tocó compañera? —Dijo la rubia.— ¿Nombre?

—Miia Witwicky ¿y tú?

La chica rubia ladeo levemente la cabeza y Miia suspiro.

—Lo sé, vaya apellido. —Sonrió Miia.

—Es curioso, mi nombre es Alice.

—Un placer Alice, bueno, permiso. Voy a acomodar mis cosas aquí sino te molesta.

—Adelante, yo iré a dar una vuelta por el lugar, permiso.

—Propio.

Cuando Alice se fue, Miia se sintió ligera de nuevo.

"(No me gusta juzgar antes de conocer a una persona, pero esa tal Alice, no me da una buena pinta en nada.)" —Pensó Miia.

Ella continuó sacando sus cosas y por la ventana pudo escuchar unas voces familiares, al asomarse vio a su madre interceptar a un joven con un frisby.

Ella abrió grandemente los ojos, Sam se le notaba terriblemente avergonzado y Miia solo pudo llevar una mano a su frente por ver el día caótico del inicio.

—Ay, algo me dice que esto será muy divertido. —Suspiro Miia.— Nótese el sarcasmo por favor.

— ¿No te está yendo bien?

Miia volteo sobre exaltada hacía atrás, pero no había nadie detrás.

— ¿Qué cara...?

—En tu oído, bobita.

Miia tocó su oído izquierdo y no sintió nada, pero en el derecho, sintió un aparato de comunicación.

— ¿Ya más tranquila?

—Bumblebee. —Dijo Miia.— ¡Tarado no me des sustos así!

La risa de Bumblebee por el aparato hizo que Miia se sonrojará, de por si, es guapo y su risa es preciosa.