T3 Cap 29: La Traición de un Prime

980 101 37
                                    

Todos se prepararon para ir a buscar a los cosmonautas, Miia se fue con Bumblebee, pues él se niega a irse sin ella, más Bumblebee conecto la radio a la suya para escuchar todo.

—Una misión en busca de dos misteriosos cosmonautas rusos. —Dijo Simons.— Los alemanes si saben hacer autos.

—Yo me quedo con mi Camaro, no importa quien lo hizo. —Murmuró Miia.

— ¿Aceptas un reto, Miia? —Le preguntó Bumblebee en su forma humana.

— ¿De qué trata?

—Puedo conducir sin ver ¿Sabes?

—Ah, no, no, no, no.

—Vamos Miia.

—Nel, estamos trabajando Bumblebee.

—Por favor~

—Ni aunque me hagas esos ojitos de perro a medio morir, me convences, además, sino te haz dado cuenta, siempre traigo pantalón, no faldas y las faldas facilitan más las cosas.

—Hablando de esa ropa, no te he visto con eso puesto.

—Y pasará un largo tiempo en que no lo veas.

— ¿Ah?

—Nos detendremos aquí. —Aviso Simons.— Mi amigo Dutch, excelente ex cybersabueso de la agencia nacional de seguridad, los rastreo. Estos cosmonautas se ocultaron ¿Por qué?

Miia miró por la ventana y observó a dos hombres rusos acompañados de una mujer.

—Bingo, lo identifique, es él. —Dijo Dutch.

—Eres un pastor alemán, Dutch. —Le halago Simons.

Ella bajo del auto y fue con Simons y Sam, donde tomó unas armas y ella con gusto tomó una.

—Lo malo de los rusos es que no les gusta hablar. —Dijo Simons.

—Tendrás que recurrir al lenguaje internacional. —Respondió Miia.— Y yo le entró.

—Uh, tenemos a una militar experimentada, así que andando.

Entraron al mismo callejón de los rusos y Simons fue quien se encargo de que pudieran entrar.

—Vaya, esto luce como la mafia que veíamos en las películas. —Dijo Miia.

—No todo es sacado de la imaginación, muchas cosas son reales. —Respondió Simons.

—Lo sé.

—Dutch, dame algo fuerte.

—Ah...

Dutch buscó en su diccionario ruso y dijo algo, pero los rusos reaccionaron diciendo que hablan el mismo idioma.

—Dutch, idiota. —Le dijo Simons.

—Eso es lírico, un alfabeto, es como los botones que nunca presionas en la calculadora... No soy un idiota.

—Aw, dicho así das ternura, pero ignoralo, no eres idiota. —Le dijo Miia.

Dutch puso ojos de cachorrito y Miia le recordó a cierto auto que está estacionado afuera.

—Agente Simons del sector 8 anteriormente era 7, sabemos quienes son. Kosmonavty.

— ¿Y eso qué? —Preguntó el ruso calvo.

—Debieron haber viajado al lado oscuro de la luna, pero después todo se canceló, la pregunta es: ¿Por qué?

Simons se sirvió un trago y lo bebió, pero Miia observó que hicieron algunas señas con la cabeza y la mujer a su lado le dijo algo a la que estaba en la barra.

Ella es Miia "Libro 1"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora