Capítulo 14

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TRES AÑOS ANTES

El dolor de cabeza que lo atravesaba era impresionante, tanto que el sonido del ventilador de pedestal lo molestaba en sobremanera, cosa que si no hubiera mucho calor ya hubiera apagado y enviado a veinte metros lejos de él.

Le mareaba la cantidad de calor que su cuerpo estaba expulsando. Añadiendo que, desde hace una semana, no podía conciliar el sueño y sentía que ya empezaba a cobrarle factura.

Había comenzado a odiar los viernes porque eran los días en que debía sacar cuentas para ir de compras a la ciudad y al ser un día soleado y con poca nubosidad pudo haberlo gastado en algo más productivo.

Dios sabía que no se podía perder días soleados en Edimburgo, pero era parte de su trabajo como jefe.
Se quito los lentes de pasta dura y se frotó el puente de la nariz con frustración, tomó su taza olvidada e hizo una mueca al sentir su té de frutos rojos frío y con cierto sabor artificial; quizá Zayn se había equivocado de marca. No podia quejarse, el omega apenas se acostumbraba a su nueva vida en el campo y realmente a todo el espectro de la independencia. 
Harry se encontraba en su despacho harto de tener que estar en esas cuatro paredes; mira hacia el lado izquierdo y rueda los ojos al apilar otra factura tras las otra docena contabilizada.

Había estudiado para veterinario, que Dios se apiade que las cuentas salgan bien.

Desde hace dos años se encontraba al frente del negocio familiar y desde siempre ha odiado el papeleo que aquello implicaba porque le quitaba tiempo para hacer el trabajo de campo y sobretodo para poder convivir con su omega.

Una omega que era añadida a la lista de preocupaciones y cosas que lo hacían sentir ansioso y con poca paciencia.

Aquella chica que había conocido a través de una amiga de sus padres y que rápidamente había hecho clic con él. Aún no entendía cómo pasó todo tan rápido, ya que hace menos de seis meses se encontraban unidos y viviendo en la granja Styles.
Sin embargo en el últimos dos meses había sentido cierta tensión en su lazo. No era muy notorio, pero para alguien que estaba acostumbrado a la cercania y al trato de su amante, lo estaba torturando.
Cada vez que intentaba hablar con ella, tratar de buscar un respuesta sensata y resolver el asunto, terminaban peleando y ella llorando.

Todo había ido cuesta a bajo en la última semana, cuando definitivamente su omega había decidido que lo mejor era dormir en otra habitación, la excusa era que quería tomar un tiempo para pensar y saber que sucedía con ella ya que los olores a alfa la abrumaban. Sabía que debía encontrar una razón lógica para esa actitud, y la única respuesta envió un sentimiento de emoción que lo atravesaba, haciendo fácil la separación.

Ese fue un golpe directo a su alfa quien llegó a gruñir en molestia al escuchar tal comentario de la que consideraba el amor de su vida.

La puerta se escuchó soñar, sacándolo de su ensoñación.

- Adelante.

Un Niall muy incómodo se presentó en su lugar.

- Hola, hermano - empezó el beta - tienes un segundo?

- Pues... Pensaba terminar esto para poder llevar a mi omega a la ciudad, pero si es algo rápido soy todo oídos.

El beta lo miro con rostro serio.

- Es sobre eso que necesito hablarte...

-Todo bien?

- Amy se ha ido a la ciudad... Le dijimos que tu pediste específicamente que te espere, pero simplemente dijo que ella también era la dueña del lugar. - explicó y Harry parecía incrédulo - de hecho, ya no espera que nadie la lleve.

The sweetest devotionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora