Ｐｒｏｈｉｂｉｄｏ | 𝙳𝙸𝙰𝙱𝙾𝙻𝙸𝙺 𝙻𝙾𝚅𝙴𝚁𝚂

Capítulo 7

Shu nunca hubiera esperado que ese pequeño albino tuviera la osadía entrar con él a la bañera, no por voluntad propia. Algo que le había impresionado era la falta de vergüenza ante la propuesta hecha.

Quien había terminado avergonzado no fue el albino, había sido él, no creyó que sus mejillas pudieran pintarse de rojo hasta cuando el chico había empezado a quitar su saco, desabotonando su camisa.

Esto no era lo que él había pensado que pasaría, no siempre era así, no se supone que fuera él que se sintiera acorralado y avergonzado por tal atrevimiento.

Algo que lo termino por sorprender fue sentir un par de dientes morder su cuello sin decencia, pero no sintió ganas de quitarlo, no sintió ganas de querer irse.

El olor a sangre fue algo que le confundió, era su propio olor, el chico había mordido con fuerza hasta sacar sangre de su cuello.

—Nunca entenderé por qué los vampiros les gusta tomar sangre, sabe muy a hierro.— Su voz definitivamente lo había sorprendido mas el conocimiento de su raza—.

—Eres un humano muy curioso, que obsceno.

—La desnudez no es un tabú para mi, si en algún momento alguien llega a verme desnudo no tengo por que avergonzarme.

—¿Esa persona te hablo de nosotros?

—Es claro que si, no aceptaría venir si no supiera sobre la naturaleza de con quien voy a vivir.

—No llevas ni un día aquí, y ya tienes la confianza de morder me de esta manera, chico obsceno.

—Supongo que suelo tomar confianza demaciado rápido.

—Ja! Eso será tu perdición, velocista.

—Ya lo ha sido. Ahora si no te molesta realmente debo bañarme, demoró más que una chica para arreglarme.

—Ya veo.

Con su uniforme puesto, bajaba las escaleras hasta llegar a la entrada principal de la casa, no le sorprendió no ver a ninguno de los hermanos, sabía que había llegado muy temprano, casi 15 minutos antes de poder irse.

Aflojó un poco su corbata con incomodidad y molestia, hace tiempo más que no tenía una puesta, ahora recordaba lo molesto que se sentía tener las alrededor de su cuello.

Creia que esa etapa de tenerlas puestas había terminado hace años, pero velo ahí, con una alrededor de su cuello.

No noto cuando el segundo mayor de los sakamaki se posicionó a su lado e ignoro la sorpresa que este tenía al verlo ahí tan temprano.

—Es un gusto saber que alguien si conoce la puntualidad en esta casa.— Se acomodo los lentes. Algo que Azariel empezaba a tomarlo como una costumbre que él tenia—.

—oh! Reiji-san, buenas noches ¿como esta? — Azariel supo que ya estaba llamando la atención del azabache por sus gestos—.

—Estoy bien, gracias. — Un breve silencio se formó—. Esos irresponsables nunca llegan temprano.

—Debe ser duro tener que llevar todo el peso de un hogar en sus hombros ¿no es así?.— "Hora de empatizar" pensó. El azabache lo vio un poco sorprendido por su pregunta—.

—Es duro cargar con algo que nunca se sintió como un hogar.— Su respuesta llena de sentimientos amargos con una expresó neutral pero con un brillo en sus ojos llenos de melancolía—.

—Supongo que eso es aún más difícil, yo no conozco mucho la palabra "hogar" mis padres me abandonaron cuando naci, creci en un orfanato, luego me escape de ahí.

—¿Cual es la razón para escapar?

—La gente suele asustarse por lo diferente, una forma fácil de demostrar "valentía" es lastimando lo que no es igual a ellos.

—Debió ser duro.— Acomodó nuevamente sus lentes. Si le dieran una moneda por cada vez que hacia eso, sería mucho más millonario de lo que era—.

—No tanto, hay personas que la pasan peor y otras que crecieron llenas de lujos pero no con amor.

—Eso sería una ofensa tomando en cuenta que acabas de describir a mi y a mis hermanos.

—No es eso Reiji-san, tuve la fortuna de estar dos años con una mujer que me acogió como su hijo, gracias a ella conozco muchas cosas y es por ello que mis palabras no querían sonar como una ofensa hacia ustedes, pero debo ser sincero, ustedes no son los único por pasar por esa situación.

—Hay muchas cosas en nuestra historia que no conoces o simplemente no conoces nada de nosotros.

—Tal vez sea cierto, y es por ello que deseo saber de ustedes tanto como ustedes lo sabrán de mi.

—Te metiste en la boca del demonio humano.

—Se bien en donde he estado, estar en la boca del vampiro no es extraño para mi.

El azabache iba a contestar, queriendo saber cómo ese humano ya conocía lo que eran, sin embargo la voz de unos de los trillizos no lo dejó.

—Oye megane, no encontre al gato en su cuarto.— Miro al albino, quien tenía una sonrisa divertida en su rostro—. oh, estas aquí.

—Aquí estoy, buenas noches Ayato-Sama

—Jum, es Su majest... Espera ¿como me llamaste?—Pregunto incrédulo—.

—Ayato-sama.

—Su majestad esta complacido.— Dijo con arrogancia y una gran sonrisa por tal llamado hacia él, proveniente del albino—.

—¿Donde están los demás? — No fue una pregunta para los únicos dos vampiros que le acompañaban, pero tampoco había sido para él, simplemente su pregunta voló por el gran salón esperando ser contestada por alguno de los ausentes, esperando por su aparición—.

Reiji suspiro molesto, no sólo por la impuntualidad, sino también por la visión que estaban dando de ellos al invitado.

Habían empezado dando una impresión negativa, y eso le irritaba de sobre manera, solo esperaba que el albino no los viera como personas impuntuales e irresponsables. Para el albino, esa estadía en la mansión sería realmente larga.