THE BLOBFISH - KOOKMIN SHORTFIC [ARG] [TERMINADA]

O

Wanna be a blobfish out of the water... Still ugly but at least dead. Fue lo que anotó en sus apuntes, junto a varios garabatos y rayones en color rojo.

Si, eso deseaba.

Hasta física en el bloque de dinámica se escuchaba completamente lejano a todo lo que por su cabeza pasaba.

La idea de pasarse un corto-punzante por la tráquea, cada día dejaba de ser una idea y se hacía un hecho.

— Y si... —dijo bajito y pensativo mientras seguía rayando.

Estaba cansado.

— Jiminnn... ¿Me ayudas a ir al super a la salida? —preguntó Jungkook, volviendo a interrumpir su racha de pensamientos feos.

— ¿Yo? —lo miró con una ceja levantada— ¿Para qué? —se rió.

— Porque no tengo auto ni plata de más para un taxi, y me queda a tres cuadras. —se encogió de hombros— Y quiero comprar de todo. Y necesito ayuda.

Yo también. Quiso reírse de sus propios problemas.

— Está bien. —volvió a reírse.

Caístes, ahora te quedás a almorzar conmigo papito. Pensó Jungkook.

Lo que pasó de fisica fue tranqui, además a Jimin se le hacía bastante fácil así que siempre terminaba ayudando a algunos compañeros y tomando mate con galletitas.

— De verdad querías comprar cosas... —dijo el más bajito, empujando un carrito. Su compañero llevaba otros dos.

Le avisaron a los del super que iban y volvían, porque era mucho para llevar en bolsas.

— Sí... Te dije. —se rió.

En menos de dos horas igual terminaron con todo.

— En fin, quedate a comer, yo invit-

— N-No hace falta. —negó rápido.

— Ay que pena, porque ya cerré la puerta. —hizo un gesto de sufrido— Mi piso está limpio, si querés sacate las zapas. —le sonrió.

Jimin cayó tarde en lo que estaba pasando, y no le quedó otra que adaptarse.

— Quedate... Veamos una peli y merendemos. —ofreció después de almorzar— Dijiste que también podía contar con vos, ¿verda'?

— ¿Qué te anda pasando? —preguntó despacito, acomodándose en el sillón.

— Me siento solo, todo pelotudo. —se rió— Y tu presencia me pone tranquilo. —dijo como si nada.

Y no mentía, vivir sólo y lejos de su familia a veces le pesaba. Pero desde que había ingresado a la carrera y había conocido a Jimin, se dió cuenta de lo mucho que le gustaba su presencia.

— Ta... —se mordió el labio— Bueno, elegí una peli.

Más allá de querer acercarse a toda costa, el menor de los dos, era muy honesto acerca de cómo se sentía. Siempre. Sin importar si salía bien o mal.

— ¿Mejor? —preguntó el de cabellos castaños, antes de irse para su casa.

— Sí... Gracias. —sonrió su compañero.

Jimin suspiró mientras volvía a su casa, esperaba de todo corazón que su compañero se sintiera mejor.