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Cinderella es una Aramides es su nuevo encargo.
Cúando su jefe le encarga acabar con la vida de Aramides Barkov, el hijo menor y adoptivo de Adolf, un empresario qué recién ha comenzado en la industria de la venta de sustancias ilegales y lavado de dinero, ella acepta enseguida.
Sin embargo, Aramides no le teme a la muerte como la mayoría de sus víctimas. Terminar con su vida sería hacerle un favor, pero en su mundo no existe esa clase de misericordia, así que Cinderella decide hacer una contra oferta: el pequeño de los Barkov pagará su deuda pendiente con la mafia a cambio de siete días y siete noches suyas. En una semana, Aramides conocerá algo más que dolor y tortura. Conocerá el placer qué supone dormir en los brazos de una mujer sin pensar en las consecuencias.
Un corazón roto está en el empaque, también, porque una vez acabado el trabajo ella se irá, sin mirar atrás y sin un boleto de regreso.
